En el fútbol es difícil encontrar las ecuaciones exitosas. Sin embargo, la paciencia y el silencio ayudan a focalizar metas importantes.
La Católica alcanzó la punta y sus resultados sorprenden a la mayoría; sin embargo, para el grupo no se trata de un accidente exitoso. El esfuerzo -silencioso y constante- comienza a dar resultados. Jorge Célico, un DT maniático por el trabajo sistematizado, considera que las estridencias quitan espacios de concentración.
En la primera etapa terminaron penúltimos. No hubo quejas ni excusas. El nerviosismo se atenuó con trabajo y con la frescura de incluir a dos juveniles en el primer equipo, otra de las exitosas manías del DT.
Célico entiende al fútbol como un juego en el que se puede jugar bien pero si no se gana no pasa nada. Ahora, el equipo comenzó a triunfar. Así resume el entrenador el actual protagonismo de su equipo.
Católica es uno de los pocos clubes que convive con relativa tranquilidad en esta vorágine de crisis económica. Su dirigencia ha sido crítica con el actual modelo de gestión del fútbol ecuatoriano. Y la oposición fue hacer lo que la mayoría no hace: presupuestos reales, paciencia, trabajo y autocrítica. Apariciones mediáticas escasas y sentido de realidad.
Mientras la mayoría se sorprende de la campaña, el grupo de Célico apenas sonríe porque sabe que en el fútbol la gloria es efímera y es mejor trabajar en silencio.