La Selección Sub 17 en el hotel Bourbon, lugar de concentración del combinado tricolor. Foto: Cortesía FEF
El gol de Washington Corozo ante Colombia, permitió que Ecuador clasificara al Mundial sub 17, que se jugará en Chile, entre octubre y noviembre. Su padre Washington festejó con un salto de emoción.
“No hay palabras para describir lo que siente un padre cuando su hijo triunfa así. Yo me siento más que orgulloso de él”, mencionó el emocionado Corozo. Él vio el partido en su casa -Isla Trinitaria, Guayaquil- con sus otros dos hijos y su esposa.
El lunes regresará la delegación tricolor y Corozo ya sabe como recibirá a su hijo. Le gusta comer arroz con menestra y chuleta de cerdo; con ese platillo felicitará a su retoño por el gran desempeño en el torneo, donde lleva tres goles anotados.
Fabiano Tello, por su parte, lo primero que hizo fue llamar a su mamá. Cuando terminó el partido de Brasil ante Paraguay, que le dio la clasificación a Ecuador, el atacante le marcó a su mamá, Amira Arce, y juntos festejaron el pase para el Mundial.
Fabiano Tello (10) de la Selección ecuatoriana Sub 17 felicita a su compañero Washington Corozo (7) después de anotar el primer gol al conjunto boliviano. EFE
El jugador salió del partido en el segundo tiempo, debido a un golpe, pero eso no le impidió saltar con el resto de sus compañeros, para festejar la clasificación.
Doña Amira viajará a Quito para recibirlo el lunes. Ella lo llevará hasta su natal Atacames donde le tiene preparada una fiesta con sus amigos. Contrató a un cantante para que anime la reunión. Ella está escribiendo una canción para su hijo. El fin de semana terminará la tonada para que el artista contratado la cante durante la fiesta. Además de la canción le preparará su plato preferido, arroz con carne apanada y puré de papa.
José Gabriel Cevallos también se comunicó con su mamá apenas terminó el duelo entre brasileños y paraguayos. Rosi Enríquez cuenta que durante las concentraciones era difícil comunicarse con su hijo, pero con la clasificación, los jugadores recibieron un permiso especial del cuerpo técnico, para usar los teléfonos celulares.
Ella vio el partido en su domicilio, en Quito, junto a sus otros dos hijos, José Francisco y Matías José. El exportero de la selección nacional y exministro del Deporte, estaba en Guayaquil y vio solo el partido.
“Gabriel habló con Junior (José Francisco) y bromearon porque los dos suman un Mundial”. El mayor de los Cevallos también jugó el torneo mundial sub 17, que se disputó en México, en el 2011.