El delantero brasileño Neymar (der.) lucha por el balón con el mediocampista argentino Giovani Lo Celso (centro) durante el partido amistoso ante Brasil jugado en el King Abdullah Sport City Stadium en Jeddah el 16 de octubre de 2018. AFP
La Selección argentina vive en un limbo. Sin Lionel Messi, le hace frente de igual a igual al Brasil de ‘Tite’ y Neymar, avanza en la renovación y muestra algunos signos prometedores. Pero aun así está en un proceso de incertidumbre a la espera de que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decida qué hacer de ella.
La derrota 1-0 sobre el final por un error individual en un intenso clásico sudamericano jugado en Arabia Saudita no opacó la evaluación final de la ‘Albiceleste’ dirigida de forma interina por Lionel Scaloni. Aunque le faltó gol a la joven delantera integrada por Ángel Correa, Paulo Dybala y Mauro Icardi, el rendimiento de futbolistas como Giovanni Lo Celso, Leandro Paredes, Germán Pezzella y Renzo Saravia invita a cierta ilusión.
A diferencia de los últimos años, en los que Argentina llegó a tres finales consecutivas pero las perdió, esta vez sobrevuela un clima de aprobación en las crónicas y los análisis futbolísticos del día después pese a la siempre dolorosa caída en el clásico.
Sin embargo, todo está ensombrecido por la demora en la definición del futuro de la selección. Scaloni asumió de forma interina por este semestre tras el duro revés que sufrió Argentina con su prematura eliminación en los octavos de final del Mundial de Rusia 2018 y que derivó en la salida del entrenador Jorge Sampaoli.
La AFA prometió gestar mientras tanto un proyecto a largo plazo que dé estabilidad a la ‘Albiceleste’, que vio pasar siete técnicos desde Sudáfrica 2010. Pero poco se sabe de este plan y de posibles nombres para asumir al frente de la selección. Mientras, Messi se toma su tiempo para decidir si regresa, a la espera de señales claras desde la AFA.
El delantero brasileño Neymar (centro) pelea por el balón con el mediocampista argentino Giovani Lo Celso (der.) durante el amistoso ante Argentina en el King Abdullah Sport City Stadium en Jeddah el 16 de octubre de 2018. AFP
El interinato no le permite a Scaloni crecer más allá de estos seis amistosos que cerrarán en noviembre con dos partidos con México y que hunde a su proyecto, muchas veces prometedor, en una transición sin proyección. Una nueva crisis podría quemar incluso las nuevas promesas que se están gestando.
Pero el entrenador, que casi sin antecedentes llegó al cargo tras integrar el cuerpo técnico de Sampaoli, no se rinde y sigue adelante con su plan de probar nombres y dar paso a la tan demorada renovación. “Estoy tremendamente ilusionado y contento por el trabajo que hicieron los chicos. Jugando así le vamos a dar guerra a todo el mundo”, expresó Scaloni pese a que sufrió por su primera derrota.
Más allá del descuido de dos históricos como el central Nicolás Otamendi y el arquero Sergio Romero que permitió el gol de Miranda a los 92 minutos, el entrenador salió airoso del examen que siempre significa jugar con Brasil, más con plantel completo y dirigido por un ‘Tité’ consolidado y un peligroso Neymar sin la presión de medirse cara a cara con Messi. ¿Scaloni se está ganando un lugar en la apreciación de los dirigentes ante la ausencia de grandes nombres para dirigir en un futuro a la Argentina? ¿Sería un triunfo personal o una derrota institucional? Todo indica que la AFA sigue sin poder gestar un proyecto que tiente a los más importantes entrenadores, muchos de los cuales más de una vez habrán soñado con dirigir a Messi.
Gerardo Martino parece ahora más cerca de México que de regresar al cargo que dejó en 2016. Era uno de los nombres que más sonaba para regresar a la dirección técnica de la ‘Albiceleste’, tras las negativas de Diego Simeone y Mauricio Pochettino.