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Festejo de los hinchas ecuatorianos en Curubita. Foto: Marcos Vaca
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Un triunfo en el Mundial es la mejor manera de internacionalizar el cántico: ¡vaaaaaaamos ecuatoriano…!
Lo cantaron los ecuatorianos, los brasileños y los extranjeros que se contagiaron con la celebración. La barra se sigue gritando afuera de la Arena de la Baixada en Curitiba.
Los más eufóricos ya dejaron la voz en el graderío y cantan por inercia. En la esquina la Praça Afonso Botelho también se está internacionalizando el “Sí se puede”, que a los brasileños les sale con acento portugués.
Un grupo de jóvenes de Curitiba, anticipándose a la fiesta, trajo un amplificador con música hip hop; ni se la escucha por los gritos ecuatorianos.
Las avenidas de acceso al estadio están cerradas, las autoridades suponían que los ganadores querrían prologar la celebración.
“Poropopo, poropopo, el que no salta es…”, sigue cantándose como rezago del pleito en el graderío.
Hasta este grito es asimilado por los brasileños, quienes además aprovechan para sacarse una foto con los alegres cantores de Ecuador.