Imagen referencial de Fernando Hidalgo, volante de Liga de Quito. Foto: Archivo / EL COMERCIO
“Es la lesión más grave que he tenido en mi carrera”. Ese fue el testimonio de Fernando Hidalgo sobre la luxofractura de tobillo que sufrió el miércoles 14 de junio en un partido amistoso con Liga de Quito ante River Ecuador, en Guayaquil.
La lesión del latacungueño, de 31 años, deja a los albos sin un jugador experimentado para afrontar el resto del Campeonato Ecuatoriano de Fútbol.
Hidalgo llegó a LDU en el 2011 por pedido de Edgardo Bauza, el entonces entrenador de los universitarios. Ese año, el volante disputó la final de la Copa Sudamericana con los albos ante la U de Chile. Fue la última final de un torneo internacional que los universitarios han disputado hasta la fecha.
A Hidalgo, sus compañeros le reconocen su entrega y buena ‘onda’ en el Complejo de Pomasqui. El jugador también ha sido una especie de ‘comodín‘ para los entrenadores.
Pese a que se desempeña como volante de primera línea, también ha jugado como carrilero y volante de avanzada, una posición que desempeñaba en sus inicios en el fútbol.
El mediocampista espera cumplir una buena recuperación que se estima durará cinco meses. Después, asegura que quiere volver pronto a jugar en LDU, su equipo de los últimos cinco años.
Su lesión abre paso la opción a otros jugadores como el juvenil Alfredo Intriago, el argentino Exequiel Benavídez, el experimentado Enrique Vera o el ecuatoriano Édison Vega, contratado esta temporada.