Jonathan Álvez celebra el gol anotado al Mushuc Runa de penal. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
Liga de Quito estrenó una nueva novela en el 2016: la continuidad de Jonathan Álvez en el equipo albo. El delantero uruguayo habló con radio La Deportiva y dijo que su intención es continuar en el equipo y se mostró sorprendido por todo lo ocurrido este lunes 1 de febrero.
Esteban Paz, directivo, informó que el atacante había comunicado que tiene dos o tres ofertas internacionales y que buscaría la salida “porque quiere ser titular”. Esto dejó en duda la presencia del jugador a puertas del inicio del torneo. Álvez admitió que cuando habló con Paz le comunicó que tenía una posibilidad de irse, pero al no concretarse quedó sin rumbo.
“Le dije al presidente que tenía ganas de quedarme. Me dijo que me quedara y que tenía que pelear el puesto con los que trajeron. Le dije que me tenía fe. Es tema del entrenador si me ponía o no”, detalló el futbolista.
Álvez habló de su relación con Claudio Borghi. Dijo que en ningún momento ha tenido problemas con el entrenador y que siempre respetó su decisión de no ponerle en el once titular y, además, de no llevarle al partido amistoso ante el América de Cali en Colombia. Borghi justificó diciendo que era una cuestión técnica, pero criticó que haya faltado al entrenamiento del lunes 1 de febrero. “Es una falta grave”, dijo el ‘Bichi‘.
Y Álvez aclaró: “No estuve por esta situación. No sé en qué balanza meterme. El que queda mal siempre es el jugador. El que nos traicionó y muchas excusas más”, dijo Álvez.
Reconoció que habló con el técnico cuando hubo la posibilidad de irse a Santa Fe de Colombia. “Tengo contrato hasta seis meses. Depende de los dirigentes que me digan que van hacer conmigo. No entiendo nada. Nunca me pasó esto”, añadió el jugador.
Agradeció a Liga de Quito y dijo que no quiere irse. “El año pasado demostré que puedo estar en el plantel. Me tengo que reventar el lomo para ser titular. Me tengo toda la fe del mundo. Me siento mejor que el año pasado. Estoy corriendo más. No me importa pelear el puesto y demostrar al entrenador que puedo jugar”, concluyó el atacante. Mandó un mensaje a la hinchada: “Me tengo toda la fe del mundo.
A la gente que me apoyó siempre agradecido. El único que me puede juzgar es Dios. Quiero demostrar con trabajo”. Algo más: no descartó que se marche. “Capas Liga dice que me tengo que ir. Tengo que coger mis trapos e irme. No me tengo que quejar”, finalizó.