Bombos, hinchas y esperanza en cuatro buses desde Sangolquí al Atahualpa

Los hinchas del Independiente del Valle se trasladaron en cuatro buses al estadio Olímpico Atahualpa para el partido entre los rayados y los pumas en Copa Libertadores. Foto: Carlos A Rojas. / EL COMERCIO

Los hinchas del Independiente del Valle se trasladaron en cuatro buses al estadio Olímpico Atahualpa para el partido entre los rayados y los pumas en Copa Libertadores. Foto: Carlos A Rojas. / EL COMERCIO

Los hinchas del Independiente del Valle se trasladaron en cuatro buses al estadio Olímpico Atahualpa para el partido entre los rayados y los pumas en Copa Libertadores. Foto: Carlos A. Rojas / EL COMERCIO

El punto de reunión no podía ser otro en Sangolquí. Los hinchas del Independiente del Valle se reunieron en el Monumento a Rumiñahui, el histórico personaje ecuatoriano que da nombre a este cantón de la provincia de Pichincha, la tarde del 17 de mayo del 2016.

Si bien son una de las barras más recientes entre los clubes del fútbol nacional, estos hinchas palpitan con la misma emoción que otros por un equipo de fútbol. Incluso hay quienes han llorado tras una derrota o ante la abrumadora convocatoria del anterior partido de Copa Libertadores en la recordada victoria ante River Plate en el Olímpico Atahualpa completamente lleno.

Para esta noche, en los cuartos de final del torneo, la taquilla también servirá para contribuir con los afectados del terremoto del 16 de abril lo que motivó otra vez a miles de hinchas de todos los clubes para acudir al escenario y apoyar al único conjunto ecuatoriano que continúa en el certamen internacional.

Los hinchas del Independiente del Valle se trasladaron en cuatro buses al estadio Olímpico Atahualpa para el partido entre los rayados y los pumas en Copa Libertadores. Foto: Carlos A. Rojas / EL COMERCIO

Pero desde Sangolquí, desde el Monumento, partieron está tarde cuatro buses llenos de aficionados ilusionados con un nuevo triunfo.
Como en otras barras no faltan los bombos, los costales con papel picado y las banderas. Los cánticos y la esperanza también son parte del cargamento de los fanáticos que sienten al elenco negriazul como suyo.

Los hinchas no saben muchas veces de razones. Como Jaime Sigcho, de 17 años, quien dejó de "estudiar por acompañar al Independiente a todo lado". Él ha estado en Guayaquil, Cuenca, Loja... apoyando al club".

Los buses partieron a las 17:21. En uno de estos viaja Luis Umaquinga, jubilado de 60 años y presidente de la barra Locura del Valle. Él dio un grito de guerra y empezaron a cantar al ritmo de un bombo y unos platillos que tocaba Jaime, el chico que prefiere el club al estudio. Los hinchas acuden felices al estadio.

Los hinchas del Independiente del Valle muestran la bandera que se exhibirá en el cotejo entre los rayados y los pumas en Copa Libertadores. Foto: Carlos A. Rojas / EL COMERCIO

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