El mediocampista de Flamengo, Giorgian De Arrascaeta, celebra su gol durante la semifinal de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2019 entre el brasileño Flamengo y el al-Hilal de Arabia Saudí en el Estadio Internacional Khalifa en la capital de Qatar, Doha, el martes 17 de diciembre del 2019. AFP
Federico Valverde salta al primer plano en el Real Madrid y Luis Suárez se sigue divirtiendo con Lionel Messi en el FC Barcelona, pero para muchos el futbolista uruguayo del año se llama Giorgian De Arrascaeta, el ‘10’ del reinventado Flamengo, ganador de la Libertadores y finalista del Mundial de Clubes.
Y ya son 18 goles y 19 asistencias en 51 partidos con el Flamengo en 2019, proclamándose campeón del Carioca, del Brasileirão y de la Libertadores en su primer año en el club.
El martes 17 de diciembre en Doha, en la primera semifinal del Mundial de Clubes, el Flamengo se fue al descanso con 1-0 en contra frente al Al-Hilal. Pero al principio de la segunda se activó el tridente y llegó el empate: Gabigol jugó al hueco con Bruno Henrique que sirvió para que Arrascaeta marcara a placer.
Luego el campeón sudamericano se impuso 3-1 al asiático y sacó plaza para la final, el domingo contra Liverpool o Monterrey, que se jugarán el otro boleto este miércoles desde las 17:30 GMT (12:30 hora de Ecuador).
De Arrascaeta completó su actuación provocando una expulsión, al recibir una durísima entrada del internacional peruano André Carrillo, a 10 minutos del final.
Fichaje más caro
“Demostramos que somos un equipo psicológicamente fuerte para ir atrás del resultado. Conseguimos el gol rápido y creo que ese fue un envión anímico para convertir los demás goles”, señaló el internacional uruguayo de 25 años tras el duelo.
“La sensación en el descanso era un poco de frustración. No conseguimos lo que queríamos. El técnico nos acomodó mejor tácticamente para volver mejor en el segundo tiempo”, añadió en declaraciones recogidas por la FIFA.
Poco ha tardado De Arrascaeta en dar rentabilidad a su fichaje por el Flamengo, al que llegó en enero procedente del Cruzeiro. Entonces se convirtió en el traspaso más caro de la historia del fútbol brasileño, por unos USD 15 millones.
“El desafío es ganarlo todo”, declaró entonces. Y esta vez las palabras no quedaron vacías, aunque en sus primeros meses fue varias veces suplente, cuando el equipo lo dirigía Abel Braga.
Luego el uruguayo se convirtió en pieza clave para el técnico portugués Jorge Jesus, que llegó en mayo: Desde la banda derecha, llegando con facilidad a posiciones de gol y pase decisivo, aportando además trabajo y lectura de juego. Un mediapunta total.
Asistente en la Libertadores
No le han ido mal las cosas al internacional celeste desde que en 2015 hizo las maletas para incorporarse al Cruzeiro procedente del Defensor Sporting de Montevideo, donde se formó.
En sus cuatro años con el equipo de Belo Horizonte levantó dos Copas de Brasil (2017 y 2018). Coincidiendo con su salida, el Cruzeiro se hundió en la segunda mitad de este 2019 y consumó el primer descenso de su historia a la Serie B de ese país.
Ocurrió el 9 de diciembre. Dos semanas antes, el 23 de noviembre, De Arrascaeta había subido definitivamente a los altares de la afición del club más popular de Brasil al asistir a Gabriel Barbosa ‘Gabigol’ para que empatara la final de la Libertadores (89’).
Tres minutos después, el internacional carioca selló el doblete y llevó la locura al equipo de los 40 millones de aficionados.
De Arrascaeta, que se recuperó en tiempo récord de una artroscopia en la rodilla izquierda a la que se sometió en octubre, tiene el domingo un nuevo reto: Llevar al ‘Mengão’ a su primer título de campeón mundial, 38 años después de caer en Tokio en la Intercontinental con el Liverpool, que puede ser de nuevo su rival.