Imagen de archivo del 28 de junio de 2014 de Diego Forlán con la selección uruguaya de fútbol, durante los octavos de final del Mundial de Brasil. EFE
El uruguayo Diego Forlán, que este jueves anunció su retiro de la selección uruguaya, con la que jugó un récord de 112 partidos oficiales, fue dos veces máximo goleador del fútbol europeo y deslumbró en Sudáfrica-2010, donde consiuguió el Balón de Oro al mejor jugador del Mundial.
Versátil y preciso a la hora de rematar con ambas piernas, el rubio delantero que cumplirá 36 años en mayo viene de una familia de futbolistas: su padre Pablo Forlán también fue jugador y su abuelo materno Juan Carlos Corazzo fue entrenador de la selección de Uruguay en el Mundial de Chile 1962.
WMi abuelo tuvo la oportunidad de ganar la Copa América, mi padre también y yo pude en 2011. Para la familia es muy especial”, dijo el jueves el jugador, al anunciar su retiro en una rueda de prensa en Japón, donde juega en el Cerezo Osaka. “De pequeño iba a ver a la selección con mi padre. Llegábamos a casa y yo sólo quería agarrar la pelota”, recordó.
Aunque al principio Diego se inició en el tenis, a los 14 años decidió continuar con la tradición familiar y dedicarse al fútbol.
Tras jugar en las inferiores de los uruguayos Peñarol y Danubio, pasó a Independiente de Argentina, club en el que debutó en primera división a los 18 años a fines de 1997. En enero de 2002 pasó al Manchester United de Inglaterra, con el que ganó la Premier League en la temporada 2002-2003 y la FA Cup en 2003-2004.
En 2004 fue transferido al Villarreal de España, donde se alzó con su primer Trofeo Pichichi de la liga española y la Bota de Oro europea (que compartió con el francés Thierry Henry) al anotar 25 goles durante la temporada 2004-2005.
Iniciaba una época de oro para este futbolista de hablar pausado y mirada tímida. Tras consagrarse como máximo goleador de la historia del Villarreal con 54 goles, en 2007 fue fichado por el Atlético de Madrid por 23 millones de euros (USD 24,17 millones al cambio actual). Allí siguió sumando trofeos: Pichichi y Bota de Oro de la temporada 2008-2009 y campeón de la Europa League con el Atlético en 2009-2010.
Con el 10 en la espalda
Pero ‘Cachavacha’, como lo bautizaron sus compañeros, se ganó el cariño de su país y el respeto del mundo con la celeste, casaca que vistió en 112 partidos oficiales -lo que lo convierte en el jugador con más partidos disputados en la historia de la selección uruguaya- y con la que convirtió 36 goles.
“Haber pasado el récord de partidos, el de goles (…) son muchas cosas ” , confesó el jueves el jugador, que solo tuvo elogios para el cuerpo técnico liderado por el entrenador Oscar Tabárez y sus compañeros de equipo.
El artillero celeste debutó en la selección el 27 de marzo de 2002, en un partido amistoso frente a Arabia Saudí en el cual marcó su primer tanto. Meses después disputó su primer Mundial, el de Corea del Sur y Japón-2002, convirtiendo un tanto en el empate 3-3 ante Senegal en el único compromiso que le tocó jugar.
A partir de ese partido se convirtió en presencia permanente en la selección y en rol de volante de creación fue pieza clave en la Copa del Mundo Sudáfrica-2010, en la que Uruguay terminó cuarto y Forlán deslumbró: se alzó con el Balón de Oro a mejor jugador, compartiendo -con cinco tantos anotados- el primer lugar en la tabla de goleadores con el alemán Thomas Müller, el holandés Wesley Sneijder y el español David Villa.
“El Mundial de Sudáfrica es uno de mis mejores recuerdos como futbolista”, dijo el goleador celeste.
“Hasta luego”
Pero tras la consagración en el Mundial comenzó a enfrentar rumores sobre posibles transferencias, sufrió una serie de lesiones que determinaron una caída en su rendimiento y terminó la temporada europea con escasos minutos de juego.
En 2011 integró el equipo que coronó a Uruguay campeón de América, cortando una sequía goleadora con dos tantos en la final ante Paraguay.
Tras el torneo el jugador se despidió del ‘Aleti’ para fichar con el Inter de Milán. Pero su brillo se iba apagando en las canchas. En julio de 2012 pasó al Internacional de Brasil, equipo que dejó tras una campaña irregular y una importante oferta del Cerezo Osaka de Japón, donde milita desde enero de 2014.
Junto al ascenso en la celeste de delanteros más jóvenes como Luis Suárez o Edinson Cavani, Forlán fue perdiendo protagonismo a lo largo de la eliminatoria sudamericana hacia Brasil-2014, torneo en el que jugó solo dos partidos, sin marcar tantos. Tras el Mundial, el jugador no fue convocado para los amistosos que jugó la selección antes de fin de año.
En diciembre de 2014 dijo en entrevista con El Observador TV que al no renunciar a la selección seguía estando a la orden. Pero admitió que por su edad “las opciones son más reducidas”.
El jueves reconoció que le resultará “extraño ver los partidos desde afuera”. “Pero me voy contento con todo lo que hice”, subrayó. “No es un adiós, es un hasta luego”.