Es un equipo sin complejos y con una trayectoria sorprendentemente exitosa en 9 años de existencia. Con un fútbol fresco, efectivo y descomplicado ganó a Boca Juniors en Quito y este jueves intentará en Buenos Aires sellar el pasaporte a la final.
El triunfo ante el equipo con mayor cantidad de títulos oficiales en el mundo, 22, por delante del AC Milan y del Real Madrid despertó al continente para mirar a este novedoso Independiente del Valle.
Es equipo récord. En su tercera participación copera se ubicó entre los mejores cuatro del continente. Dejó en el camino a Colo Colo, River Plate, el actual campeón, y Pumas, de México, logrando todas sus clasificaciones de visitante sin alterar su audaz propuesta futbolera.
En el 2007 ingresó a la Segunda categoría del fútbol profesional de Pichincha de la mano de un grupo de exitosos empresarios. Ganó el torneo y ascendió a la Primera B jugando hasta el 2009. En el 2010 se clasificó a la Primera A y tres años más tarde fue subcampeón en el 2013. Desde el 2014 registró 3 participaciones en la Libertadores y hoy está a un paso de la final. Además, otra de sus fortalezas son sus canteras, las cuales son un ejemplo para el país y el resto del mundo.
Los éxitos no son accidentales ni tampoco el desparpajo para jugar de visitante. Su plantel archivó sus complejos en las participaciones internacionales a nivel formativo. Por ello sus jugadores no se asustan en el adverso clima de los escenarios coperos.
Independiente llega sin complejos para enfrentar a un grande y en un estadio temible. Un plus logrado a través de un excelente proceso formativo que archiva miedos y fortalece mentalmente. Así llega Independiente. Sin complejos, con seguridad, fútbol ambicioso y aspiraciones.