El pequeño Jesúa Erazo juega con su papá Frickson en la cama de la habitación 415 del Omnihospital, en Guayaquil. El zaguero de Barcelona se deja mimar por su hijo, aunque evita esforzarse mucho porque todavía le duele la herida que le dejó la operación de apéndice, el jueves pasado.
Su esposa Paola López está sentada en un sofá, pendiente de su pareja. “Lo mejor es el respaldo de la familia en estos momentos”, dice el futbolista mientras sigue jugando con su retoño y de vez en cuando mira en la televisión el partido Real Madrid- Celta.
El defensa esmeraldeño intenta no estar triste por haberse quedado un mes fuera de las canchas por esa operación, y agradece a Dios porque su mal “no era algo más grave”.
“No podré comer mariscos por un tiempo”, comenta entre risas. Se mantiene con una dieta balanceada recomendada por Francisco Abarca, quien lo operó.
Su esposa ya tomó apuntes de todo lo que evitará consumir por un buen tiempo, especialmente embutidos y comidas saturadas. Debe priorizar puré, sopas, jugos, pero sobre todo reposo absoluto.
A parte del cariño de su esposa, hijo y toda la familia que se vino de Esmeraldas, el defensa ha recibido llamadas y mensajes de jugadores, directivos y aficionados.
“La hinchada me ha demostrado su respaldo. Es bueno saber que no solo eres importante cuando estás en la cancha”, dice.
Su amigo y pareja en la zaga, Jayro Campos, operado del tendón de Aquiles, es uno de sus motivadores. Ambos se dan aliento por el momento que viven con sus respectivas lesiones.
“A Jayro lo llamé luego del partido contra Chile en Quito, le dediqué el triunfo y le dije que él era parte de esto. Luego de mi operación él me llamó”.
Erazo no cree en la mala suerte. Dice que todo lo que ha pasado, junto a sus otros compañeros lesionados (Rooselvelt Oyola, Matías Oyola, Campos) es parte del fútbol y de Dios.
No esconde su pena por no estar en las canchas. Confiesa que se aguantaba los dolores de estómago por no quedar al margen del ‘Ídolo’. “Yo no imaginé que me iba a pasar esto”.
Hoy temprano tiene previsto salir del hospital, y desde su casa estará pendiente del partido que Barcelona juega hoy con Deportivo Cuenca. Contará los días para volver y seguir aportando porque está convencido de que “Barcelona será campeón”.
Su reemplazo para el cotejo de hoy es Víctor Valarezo, quien estará en la zaga junto a José Luis Perlaza, Pablo Saucedo y Miguel Ibarra. La buena noticia en el equipo torero es el regreso de Matías Oyola. Él estará en la banca de suplentes; José Amaya será titular.
Barcelona juega hoy en el Monumental a partir de las 17:00, por la décima quinta fecha.