La FIFA exigió hoy que haya desfibriladores en los estadios como consecuencia de los recientes casos de muerte súbita. “Tiene que haber un desfribilador en cada campo”, dijo hoy en Budapest Michel D’Hooghe, presidente de la comisión médica de la FIFA, tras la segunda conferencia médica del máximo organismo del fútbol mundial. “Se trata de una cuestión de vida o muerte”, añadió.
La FIFA instó también a todos los equipos médicos de los clubes a participar en la construcción de una base de datos mundial para prevenir este tipo de muertes.
En los últimos cinco años se produjeron 84 casos de muerte súbita en el fútbol, aseguró D’Hooghe. Y sólo en el 20 por ciento de los casos había un desfibrilador en el terreno de juego.
El inglés Fabrice Muamba sufrió un colapso el 17 de marzo durante un partido de la Copa inglesa y fue inmediatamente tratado con un desfibrilador. A pesar de que estuvo 78 minutos sin latirle el corazón, Muamba sobrevivió.
El jugador italiano Piermario Morosini, de la segunda división de su país, falleció en abril en pleno partido al sufrir un ataque al corazón