Maximiliano Villafañe se integró al equipo de reserva del Deportivo Cuenca por sugerencia del jefe técnico del club, el argentino Luis Soler. Se conocieron en el 2007, cuando trabajaron juntos en las divisiones menores del club Rosario Central, de la Primera división de Argentina.
Allí nació una amistad sincera que se consolidó con el paso de los años. En diciembre pasado, Soler aprovechó las vacaciones en su país para dialogar con su compatriota y pedirle que se sumara al proyecto. Por falta de dinero transcurrió más de un mes para que se concretara su contratación.
Según Soler, Villafañe es un técnico con mucho potencial, quien tiene el título de preparador físico y es especializado en trabajo con jóvenes. “Él puede aportar positivamente en la formación de jugadores de 16 a 19 años”. Además será supervisor de la escuela de fútbol del club.
Soler agradece a la dirigencia cuencana por la confianza depositada en su compatriota. “Su función es formar jugadores y detectar talentos”, sostiene el adiestrador del plantel profesional. Villafañe dirige a 19 futbolistas juveniles, quienes el año pasado fueron escogidos por Soler.
Villafañe, de 32 años, se estrenó con un triunfo en el fútbol ecuatoriano. Sus dirigidos, todos de la categoría Sub 18, ganaron 3-2 a sus similares del Independiente José Terán, en Sangolquí. El equipo local jugó con futbolistas experimentados en Primera como Koob Hurtado, Darwin Caicedo y Santiago Morales.
El joven DT argentino reconoce que como jugador no sobresalió y se inclinó por la parte técnica. Del 2003 al 2006 trabajó en Argentino Júniors, con una interrupción en el 2005, cuando pasó a El Porvenir. El 2007 estuvo en Rosario Central y del 2008 al 2009 buscó talentos en la escuela de fútbol de Barcelona, en España.
Durante el 2010 laboró en la academia de fútbol de Jorge Grifa, en Argentina. La idea de emigrar a Ecuador le sedujo porque el proyecto es parecido al de los clubes argentinos. “Queremos primero reclutar a los mejores futbolistas de Cuenca y luego trasladarlos a los cantones azuayos”.
Villafañe tiene como reto descubrir un nuevo Walter Chalá, cuyos derechos deportivos del delantero fueron vendidos al Rubin Kazan de Rusia en USD 1 millón. El estratega confía en su capacidad de descubrir futbolistas que tengan condiciones innatas para luego desarrollarlos en todo su potencial.
Entre sus dirigidos sobresalen jóvenes como Lucas Rodríguez, quien juega en la Selección Sub 20 de Argentina. Además nombra a Rodrigo Díaz, Agustín Mancineli y otros futbolistas que actúan en equipo de reservas del Argentino Júniors. En Barcelona dirigió a su compatriota Maximiliano Rolon, de 15 años.
Soler sostiene que Deportivo Cuenca tiene que devolver a las divisiones inferiores lo que recibió de Chalá. En los últimos tres años el club azuayo recibió cerca de USD 2 millones por la venta de los derechos deportivos de Juan Carlos Paredes, Édison Preciado y Chalá, estrellas del club que ahora brillan en otros equipos.
César Martínez, presidente del ‘Expreso Austral’, reconoce que hasta ahora el club “ha tenido buena cosecha con poca inversión”. Villafañe, agrega el directivo, llega al Cuenca por solicitud de Soler, pero sobre todo por su experiencia en el manejo de divisiones formativas. “Nuestra meta es mejorar la organización”.
Villafañe confiesa que en España es más fácil trabajar por la idiosincrasia de la gente. Él comparte el criterio de Alfredo Di Stefano, quien pregonaba que “se juega como se vive”. Su experiencia en España le permite asegurar que en ese país se vive de una manera distendida.