Con la absolución de la Justicia argentina al ex barra brava de Boca Juniors, Rafael di Zeo, se abren los temores sobre lo que ocurrirá a partir de ahora, sobre todo si es que tiene la intención de recuperar su liderazgo de la 12, como se llama la hinchada que ocupa el lugar central de la segunda bandeja de la popular oeste de La Bombonera.
Di Zeo advirtió que volverá a la cancha porque es hincha de Boca Juniors y porque “estoy absuelto de todo, no tengo ningún impedimento”, pero que no tiene intención de “cargar” a Mauro Martín, el nuevo capo de la 12, a quien lo considera un traidor.
El temor se acrecienta sobre todo cuando se vio que a la salida de Tribunales, el miércoles pasado, un grupo de seguidores de Di Zeo fue cantando por la calle “es la banda de Rafa la que vuelve de las vacaciones / la que sigue a Boca, la que mata por estos colores / los traidores que nos chupen bien los h… / porque acá estamos hoy de nuevo”.
“¿Sabes qué pasa? Son exteriorizaciones de la gente que uno no quiere ni puede parar. No puedo decir que no grite, que no cante (…) La gente canta, uno no puede manejar esa situación. Lamentablemente por lo que se fue desarrollando, fue gente que se iba perjudicando, por ahí cantan”, dijo Di Zeo a Radio Mitre.
Di Zeo fue a juicio por una causa abierta en el 2003, cuando el 31 de agosto, barras encabezados por él atravesaron el estadio La Bombonera para agredir a la hinchada de Chacarita Juniors, con la que mantienen una disputa legendaria.
“Se hizo justicia. Un ex juez de la Nación (Mariano Bergés) se le ocurrió ser famoso y se inventó una causa que ayer se confirmó que nunca existió”, dijo Di Zeo, quien ya fue condenado a cuatro años y tres meses de prisión por otra pelea con la hinchada del mismo club en 1999, durante un partido amistoso.
Cuando Di Zeo estuvo preso, Martín ocupó su lugar. También Di Zeo llegó a ser el capo de la 12 cuando José ‘El Abuelo’ Barrita, un hombre nacido en Italia, fue detenido por una emboscada a la hinchada de River Plate en 1994 y en la que murieron dos personas. Di Zeo era el ‘consigliere’ de Barrita, que había llegado al poder en 1981 luego de apuntar con un revólver en la cabeza del entonces mandamás, Quique, más conocido como ‘el carnicero’ (ahora ‘Quique’ es el nombre del local de recuerdos frente al museo de Boca Juniors).
“No es que me corrieron (echaron) sino que hubo traiciones. No hubo pelea, nos traicionaron de otra manera que no es peor, prefiero que me echen y que no me traicionen como Judas”, aclaró Di Zeo y dejó en claro cómo es el método de dirimir las diferencias entre las distintas facciones para alcanzar el poder en una barra brava que como la 12 está ahora en manos de Mauro Martín.
“(Si yo te quiero ganar) te peleo en buena ley. No serrucho el piso ni empiezo a manejarme por debajo. No espero que te ocurra la desgracia para obtener tu lugar. Jugaron con que tenía un juicio, estuvieron cuatro meses que yo estuve detenido pensando para ocupar el lugar que yo tenía”.
“Si esto hubiera ocurrido en otro marco, con todos en la misma situación, nadie estaría diciendo nada, nadie estaría quejándose (…) Si hubiera sido una pelea, con nosotros en la calle en el lugar en que estábamos y en el lugar que ellos estaban, si hubiera sido de buena manera en el mundo nuestro, sin traicionarse (sería distinto)”.
“El tema de las barras es un tema distinto al de la vida normal”, dejó en claro aunque aclaró que la violencia de las barras es propio de la sociedad actual a la vez que sostuvo que tampoco se trata de una mafia: “mafia son los que hicieron el corralito y que arruinó el país. Esto (las barras) no es mafia”.
Aunque dijo que tiene amigos en todos los ámbitos (político, policial y del fútbol), que haya debido estar en prisión fue porque “un político me soltó la mano en el 2007. No te voy a decir cuál es (si es un ex aliado del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner). Cada uno sabe lo que hace. Por ahí (quizá) quería dejar de ser amigo mío”.