El habilidoso volante Juan Sebastián Verón, de dilatada trayectoria en Europa y en la selección argentina, se apresta a concluir su carrera, a los 37 años, en Estudiantes de La Plata, el club de sus amores, en el que surgió y al que condujo a la gloria continental.
El partido de este sábado contra el descendido Olimpo será el último que disputará en La Plata (62 km al sur) , ante su público que lo idolatra, mientras que el adiós definitivo será en la última fecha del torneo Clausura, contra Unión, en Santa Fe (centro) .
Hijo de un símbolo de Estudiantes, Juan Ramón ‘la Bruja’ Verón, del que heredó el apodo y la pasión por el ‘León’ de La Plata, la Brujita se encargó de superar lo hecho por su padre, hasta ser reconocido como uno de los mejores jugadores de América en la última década.
Verón había postergado su retiro por pedido de los hinchas y de sus propios compañeros, pero una serie de lesiones le impidieron brillar en los últimos meses, e incluso debió faltar a la mayoría de los partidos de Estudiantes, que pareció sentir su ausencia y tuvo una campaña apenas discreta.
En los últimos días, Verón difundió una carta en la que contó que “cuando miro para atrás me doy cuenta que valió la pena. Me emocioné por lograr algo importante, pero sólo con Estudiantes, porque en otros lados no me pasó. Y debe ser por todo que significa el club para mí”.
“Para mí, el fútbol es todo, el club es todo, pasé mucho tiempo dentro de Estudiantes y es el momento en el que necesita otro tipo de desarrollo”, explicó, con la certeza de que seguirá vinculado al ‘Pincha’, muy probablemente desde el ámbito dirigente.
Los comienzos de Verón fueron en 1994, cuando el equipo de sus afectos atravesaba un mal momento y había descendido a la segunda división. ‘La Brujita’ pronto se proyectaría como un volante organizador de gran habilidad, capacidad para entender y manejar el juego, y dueño de una fantástica pegada.
Tras devolver a Estudiantes a primera división, tuvo un fugaz paso por Boca Juniors, donde compartió plantel con Diego Maradona, para luego emigrar a Europa, con cinco temporadas en el ‘calcio’ italiano, donde desfiló por Sampdoria, Parma y Lazio, con el que conquistó la Liga, la Copa de Italia y la Supercopa de ese país.
Verón se mudó en 2001 al poderoso Manchester United inglés, con el que obtuvo una Liga Premier, y luego de apenas siete partidos en el Chelsea, regresó a Italia para ser parte del Inter de Milan, donde obtuvo otros cinco títulos.
Pero, luego de una década en Europa, que podía haber prolongado, regresó a Estudiantes, y lo hizo de la mejor manera, al ser estandarte del equipo que le arrebató el título del Apertura-2006 a Boca, para luego llegar a la final de la Copa Sudamericana-2008.
El momento más feliz lo vivió cuando fue artífice del Estudiantes campeón de la Copa Libertadores de América-2009, y estuvo a punto de consagrarse campeón del Mundial de Clubes, en Dubái, tras perder ajustadamente y en tiempo suplementario (2-1) contra el poderoso FC Barcelona, luego de estar 1-0 hasta cerca del final.
Por la selección argentina, disputó los mundiales de Francia-1998, Corea del Sur y Japón-2002 y Sudáfrica-2010, en una campaña que incluyó altibajos, ya que fue denostado luego de jugar muy mal en la cita asiática, pero con el tiempo regresó y con buenos rendimientos recompuso su relación con los hinchas.
En el plano individual, fue elegido mejor jugador de la Copa Libertadores en 2009 y obtuvo el Balón de Plata del Mundial de Clubes de ese mismo año, además de recibir el premio al mejor futbolista de América en 2008 en la tradicional encuesta realizada por el diario uruguayo El País.