Estuvo cinco meses desempleado. Fue la etapa más difícil de su carrera. No tenía para comer y menos para solventar otros gastos de su familia.
Esas escenas las recuerda con claridad el arquero Esteban Dreer, de 30 años. Ocurrieron después de que el club FBK Kaunas de Lituania, en el 2008, no le renovó su contrato.
Con ese equipo jugó la Champions League y la Copa de la UEFA. Fue su primera experiencia internacional y el inicio de una etapa marcada por carencias y necesidades por la falta de dinero.
Regresó a Argentina a buscar club, pero ninguno se interesó en él. Ni siquiera el Arsenal de Sarandí, donde debutó profesionalmente en el 2005.
Para mantenerse en forma, asistía al centro de alto rendimiento de Jorge ‘Cuqui’ Raffo. En ocasiones se entrenaba teniendo vómitos y fiebre.
Esporádicamente, tapaba en un equipo de futbolistas desempleados en Buenos Aires, capital de Argentina.
“Nos reuníamos para mantener nuestro estado físico y porque era una vitrina para mostrarnos. Los empresarios iban a ver los partidos”, recuerda el guardameta.
Y precisamente fue ese equipo improvisado el que lo catapultó al balompié ecuatoriano, específicamente al Deportivo Cuenca.
Su compatriota, el técnico Guillermo Duró, dirigía al cuadro azuayo y se encontraba en Argentina buscando nuevos jugadores junto a Julio León y Pedro Peña, presidente y gerente de los morlacos, en ese orden.
Era mediados del 2009. El estratega y los directivos del Deportivo Cuenca asistieron a un compromiso amistoso que el equipo de los ‘desempleados’ había pactado con Lanús, de la primera categoría del fútbol argentino.
El también arquero argentino Javier Klimowicz había sido transferido a Emelec y los directivos y el entrenador buscaban quien lo reemplazara.
Después de ese partido, Duró se le acercó y le ofreció jugar en Ecuador. Dreer aceptó sin reparos la propuesta ya que era la oportunidad que esperaba para continuar su carrera y salir del desempleo.
“Siempre digo que fue una bendición venir a Ecuador. Dios me dio una mano y el Deportivo Cuenca una oportunidad de vida”, confiesa.
Fue precisamente por esa oportunidad que le dio el fútbol ecuatoriano que decidió, en diciembre pasado, empezar los trámites para obtener la nacionalidad ecuatoriana.
La dirigencia de Emelec lo contrató con la condición de no ser inscrito para jugar el Campeonato Nacional hasta que no sea ecuatoriano.
El jugador aceptó consciente de que iba a jugar solo en la Copa Libertadores. Hoy debuta oficialmente en el arco azul ante Olimpia de Paraguay.
Su esposa María y su único hijo, Felipe, estarán esta noche en el estadio George Capwell. “Siempre vamos a apoyarlo. Somos hinchas del equipo en el que está”, confesó la compañera sentimental de Dreer.
Ella asegura que la idea de la familia es quedarse a vivir en Ecuador. Aún no deciden si en Guayaquil o en Cuenca.
Incluso analizan abrir un negocio en una de estas dos ciudades, después de obtener la carta de naturalización.
Esta noche
El compromiso entre Emelec y Olimpia de Paraguay se juega a las 21:30 en el estadio George Capwell, en Guayaquil.
El cotejo será dirigido por una terna colombiana. Wilmar Roldán será el juez central y estará asistido por Eduardo Díaz y Alexander Guzmán.
La cadena deportiva argentina Fox Sport transmitirá el partido en vivo con una previa que empezará a las 21:00.