En noviembre del año pasado, la dirigencia de Espoli anunció la contratación del técnico ecuatoriano Carlos Calderón para conducir al equipo policial en el campeonato del 2010.
Calderón no era un desconocido en el ‘Gallito’, pues lo había dirigido en el 2005 cuando estaba en la Serie B y durante todo el 2006, luego de su ascenso a la Serie A. No obstante, el estratega fue cesado en sus funciones al final de esa temporada, una vez que Espoli volvió a perder la categoría.Espoli también apostó por un cambio de sede, en la búsqueda de una identidad local que se reflejara en un aumento de la taquilla. Así, dejó la ciudad de Latacunga donde había permanecido dos años para trasladarse a Santo Domingo de los Tsáchilas.
En la primera fecha del torneo nacional, los policiales obtuvieron un empate 1-1 en su visita al Olmedo. En la segunda fecha, cuando se estrenaba como local en el estadio Municipal de Santo Domingo, cayó por 3-0 ante Emelec, lo cual fue un anticipo de las complicaciones que tendría en el transcurso del año.
Entre los resultados más relevantes que obtuvo durante la fase inicial se pueden destacar las victorias de 5-3 sobre El Nacional y de 2-0 sobre el Manta, además del empate 1-1 con Liga.
No obstante, también acumuló derrotas como un 2-0 ante Deportivo Quito, 3-0 ante Deportivo Cuenca, 1-0 ante U. Católica y un contundente 4-0 ante Independiente del Valle.
En la ronda de revanchas de la primera etapa, Espoli revirtió algunos malos resultados con un 2-1 sobre Independiente, 3-2 sobre U. Católica, 3-0 sobre Deportivo Cuenca y un 2-1 sobre Liga. Eso le permitió terminar la etapa en el puesto 10 con 22 puntos.En la segunda etapa, tuvieron que pasar cinco fechas hasta que llegara la primera victoria del cuadro policial (1-0 frente al Manta). Antes de eso había sumado dos derrotas ante Olmedo y Deportivo Quito y dos empates ante Emelec y U. Católica.
Esta mala racha envió al equipo a los últimos lugares de la tabla, al punto de que el riesgo de perder la categoría se volvió latente.
Hasta las instancias finales del certamen la permanencia de Espoli en la Serie A estuvo seriamente comprometida. Al final, más que sus propios méritos, lo que salvó al equipo del descenso fue el peor desempeño que tuvieron Macará y U. Católica.
Durante el 2010, Espoli tuvo entre sus filas a jugadores destacados como el arquero Adrián Bone y los volantes Darío Bone y Carlos Quillupangui.