Los escándalos siguen en la FIFA

En el Mundial 2006.   Franz Beckenbauer (der.)  presidió el Comité Organizador de la Copa y fue elogiado por Joseph Blatter (izq.).

En el Mundial 2006. Franz Beckenbauer (der.) presidió el Comité Organizador de la Copa y fue elogiado por Joseph Blatter (izq.).

Los trapos sucios del fútbol mundial empiezan a salir a la luz con las polémicas declaraciones de los máximos dirigentes del organismo y las Federaciones nacionales.

Esto, después de que los principales dirigentes fútbol alemán y Joseph Blatter, presidente de la FIFA, se hayan enzarzado en una guerra de declaraciones en la que se piden dimisiones y se insinúan compras de votos.

Pocos días después de que importantes dirigentes del fútbol germano, el más potente por número de licencias en Europa, pidieran su dimisión, Blatter insinuó irregularidades en la elección de Alemania como sede del Mundial del 2006.

“Esto me recuerda al Mundial del 2006, cuando en el último momento alguien abandonó la habitación. Y así, en vez de un 10-10 en la votación pasamos a un 10-9 para Alemania. “Yo estoy contento porque no tuve que dar mi voto de calidad”, aseguró Blatter en una entrevista al Diario suizo Blick.

La reacción no se hizo esperar en Alemania. “No puedo entender las palabras de Blatter. Para empezar se equivoca, ya en el resultado de la votación fue 12-11 y no 10-9”, dijo Franz Beckenbauer, jefe del Comité Organizador de ese certamen, en una entrevista al diario Bild.

Helmut Sandrock, secretario general de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), rechazó la versión de Blatter: “Sus insinuaciones carecen de cualquier fundamento y parecen tener el único objetivo de desviar la atención de lo que ocurre ahora”.

Las declaraciones de Blatter llegan después de la publicación esta semana de las actas del caso ISL, que demuestran que altos cargos de la FIFA recibieron sobornos de la empresa de comercialización de derechos de retransmisión de eventos deportivos.

Alemania es, junto con Inglaterra, el país de donde proceden las críticas más duras al suizo, tanto de los medios como de los estamentos deportivos y políticos.

Desde su primera elección como Presidente del organismo en 1999, la relación con Alemania es muy fría. La DFB apoyó entonces al rival del suizo, el sueco Lennart Johansson.

Según Blatter, tras la derrota del sueco, el entonces jefe del fútbol alemán, Egidius Braun, aseguró: “Ayer teníamos 111 votos, hoy los tiene Blatter. Los compró ayer en el hotel”. El suizo cree que su imagen no pudo desprenderse de esa acusación de sobornos

El dirigente anunció que solicitará al comité ejecutivo de la FIFA tratar con urgencia el tema de las coimas que involucran a João Havelange, ex regente del organismo, y a Ricardo Texeira, ex presidente de la Federación Brasileña de Fútbol. Esto con el objetivo de cerrar la secuela de corrupción que ha manchado la imagen del organismo durante esta semana.

Por último, el suizo de 76 años no descarta presentarse de nuevo a la Presidencia en el 2015. Ocupa ese puesto desde 1999 y gracias a los estatutos internos del organismo puede optar por una reelección indefinida.

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