Deportivo Azogues y Municipal de Cañar, equipos que ocupan los dos últimos lugares de la Serie B, luchan por salvarse del descenso. Incluso, fuera de la cancha, dirigentes del conjunto azogueño tienen que evadir amenazas de muerte.
Cornelio Prieto Guillén, presidente del club guacamayo, denunció que él, su familia y otros directivos reciben permanentes intimidaciones. Quienes se dedican a esa tarea lo hacen mediante llamadas a sus celulares o llegan a través de mensajes de texto.
El directivo azogueño analiza la posibilidad de renunciar a la presidencia del club para proteger su vida y la de sus hijos. Incluso pudiera dimitir la Directiva, elegida para dos años, en enero pasado. Prieto presentó ayer la denuncia en la Fiscalía de Azogues.
Según Prieto Guillén, “hay gente interesada en que salga del club y los responsables se conocerán luego de las investigaciones”. Las amenazas se iniciaron hace un mes. Aparte de insultos, hay mensajes de texto como “queremos que te largues del club”.
El directivo comenta que un mensaje advertía, la semana pasada, “no te vayas al estadio porque no vas a salir vivo”. Por ese motivo, el sábado anterior no asistió al partido en que su equipo ganó de local (1-0) a Liga de Portoviejo.
La falta de resultados positivos tiene en vilo a la hinchada. Cuatro técnicos y más de 20 jugadores, entre nacionales y extranjeros, quedaron esta temporada fuera de los planteles del Cañar.
Dep. Azogues despidió a los estrategas José Aguero e Iván Romero, ahora está Nexar Zambrano. Separó a jugadores con trayectoria como Mario Lastra, Marlon Moreno, Gustavo Figueroa, David Valencia, Camilo Hurtado. Se contrató a sus reemplazantes, pero sigue en el penúltimo lugar con 30 puntos en el acumulado.
Municipal, también por malos resultados, excluyó a Carlos Mendoza y luego a Joaquín Cabral. Hoy es dirigido por el entrenador Segundo Montaño.