Día a día procuro cumplir con mi trabajo con responsabilidad y calidad para darle primero el bienestar de mi familia. En lo laboral, el gran propósito es ser útil a la sociedad dentro del ámbito deportivo.
Como árbitro estoy inmerso en un espectáculo de masas como es el fútbol, en el cual se manejan muchos intereses: políticos, deportivos, económicos, sociales, etc. Por ende, hay muchas miradas en los actores que interactuamos dentro de este mundo del balompié.
Los árbitros somos los encargados de impartir justicia dentro del campo de juego, por ello, debemos ser personas equilibradas, con mucho sentido común, sin apasionamientos ni prejuicios.
Indirectamente, enseñamos valores a la sociedad. Como árbitro, procuro ser transparente, responsable y con sentido de justicia. Estas acciones deben guiar la vida de los ciudadanos en cualquier ámbito social, no solamente en lo deportivo.
Como árbitros, procuramos enseñar esos valores a los nuevos réferis y a los jugadores juveniles. Y queremos que se reproduzcan en otras actividades laborales.