Los gritos de los jugadores en la cancha se confundían ayer con los que se emitían en la tribuna principal del estadio Atahualpa. Mientras los futbolistas decían “Salimos, pégale, achica, corre’”, los vendedores ambulantes promocionaban “colas, cervezas, sándwiches…”.
Así, ante unas 500 personas en las gradas del Atahualpa entre empresarios, jugadores (de las otras selecciones), aficionados, vendedores, policías y organizadores, Argentina y Uruguay empataron 1-1.
La tarde de ayer se cumplió la segunda fecha del hexagonal final del Sudamericano Sub 17, en el estadio capitalino. A primera hora (15:50) se enfrentaron gauchos y charrúas. Un grupo de 15 argentinos colgó banderas de su país y se ubicó en la parte baja de la tribuna principal para alentar al plantel ‘albiceleste’, mientras se realizaba el juego.
Celebraron a rabiar el gol porque con ese resultado, el conjunto que dirige Óscar Garré sumaba seis puntos y se perfilaba como uno de los candidatos para lograr el título del torneo. Federico Andrada abrió la cuenta en el minuto 70 con un regate en el área.
A medida que pasaba el tiempo, los gritos de los aficionados empezaron a producir mayor eco. La intensidad del partido entre uruguayos y argentinos aumentó, captando la atención de la gente en la tribuna.
El primer tiempo tuvo escasas emociones, aunque Argentina siempre tuvo la iniciativa. Pero en la etapa complementaria, ambos combinados tuvieron vocación ofensiva. Tras el tanto del delantero Andrada, cinco minutos después, el argentino Maximiliano Padilla desvió un centro con su cabeza para igualar el marcador (75’) de autogol.
El fervor aumentó en las gradas cuando se acercó la hora del partido de Ecuador ante Paraguay, el segundo de la jornada juvenil (18:00). Amigos y familiares de los jugadores de la Tri arribaron identificados con camiseta de color amarillo. Ellos, sonrientes y abrigados, observaron el empate del juego preliminar.
Uno de los personajes que observó la jornada fue Edgardo Bauza, técnico argentino de Liga de Quito. Él también se emocionó con el tanto de los ‘albicelestes’, que ayer vistieron camiseta de color azul. Bauza estuvo acompañado de su asistente en la ‘U’, Daniel Di Leo.
Al igual que Bauza, el también argentino Fabián Bustos, estratega del Deportivo Quito, miró con atención los cotejos de los juveniles. Los aficionados que reconocieron a ambos entrenadores se acercaron para saludarlos.
Fue una fiesta deportiva con poco público en las tribunas, puesto que los organizadores decidieron que los estudiantes de escuelas y colegios ingresaran gratis al estadio. Pero no hubo un solo chico uniformado. El último partido de la fecha lo disputaban Colombia y Brasil (20:10).
Los cuatro primeros del torneo irán al Mundial de México.