Emelec volvió a demostrar su supremacía en tierras paraguayas. Al igual que sucedió el 12 de abril, cuando vencieron al mismo rival 3-2, los azules consiguieron una importante victoria que los pone un paso adelante de los octavos de final de la Copa Sudamericana.
El Emelec pisó con firmeza el campo de juego del cuadro paraguayo. Comenzó tratando de hacer negocio con el 0 -0 y salió premiado con un golazo de cabeza del argentino Cristian Nasuti, a los 40 minutos.
El volante Wila lanzó un centro perfecto desde la derecha al medio del área que conectó Nasuti con un ágil salto que cruzó el arco del golero uruguayo del Olimpia, Martín Silva. La pelota se depositó al lado de su poste izquierdo.
El argentino Figueroa se encontraba adelantado, pero el árbitro brasileño no cobró fuera de lugar.
Los guaraníes, dirigidos por el charrúa Gregorio Pérez, intentaron erigirse en los caciques de la comarca pero la velocidad y la potencia de los delanteros del cuadro eléctrico Marlon De Jesús y el argentino Luciano Figueroa, bajo la batuta de los volantes Efrén Mena y Marcos Mondaini, marcaron la diferencia para el ‘Bombillo’.
Con la ayuda de Mondaini y el volante Polo Wila, Nasuti, Eduardo Morante y las incursiones por la izquierda del lateral Óscar Bagüí, Emelec ejerció una presión asfixiante al punto de provocar amonestaciones en los paraguayos, que se llenaron de tarjetas para controlar las arremetidas y contragolpes de los azules.
Hasta la hora del gol de Emelec, el Olimpia acumuló tres tarjetas amarillas, de los defensas Enrique Meza, Richard Salinas y Miguel Amado. Este último fue el autor de la falta contra Mondaini que desembocó en el gol.
El ‘decano’ del fútbol guaraní, tres veces campeón de la Copa Libertadores de América , se desinfló tras la anotación y nunca tuvo la precisión necesaria para anotar el tanto del empate. Tuvieron una multitud de oportunidades desperdiciadas por la buena actuación del medio campo de los ‘eléctricos’ en la marca.
En el complemento, el DT de los paraguayos mandó al campo a su compatriota Juan Salgueiro, en reemplazo de Richard Salinas. Esto con el objetivo de darle un poco más de ritmo a su equipo.
Sin embargo, el cuadro local no pudo desarrollar un fútbol más organizado lo que facilitó la tarea defensiva a los ecuatorianos, que aprovechando algunos espacios, comenzó a contragolpear hacia el campo rival en busca del segundo gol. El argentino Marcos Mondaini fue el eje más peligroso en la generación de los ataques que penetraron en el área del Olimpia.
A los 80, el adiestrador ecuatoriano sacó al fatigado delantero Figueroa para oxigenar el ataque con el ingreso de Enner Valencia.
Los paraguayos atacaron desesperadamente por los costados con mucha espectacularidad, pero sin una verdadera jugada que le permitiera poner justicia en el marcador.
El público local se retiró del estadio disgustado con la pobre actuación de los anfitriones, mientras que los fanáticos del equipo visitante se fueron a festejar el triunfo, teniendo en cuenta el partido de vuelta previsto para el 19 de septiembre en Guayaquil.
Esta es la segunda victoria consecutiva de Emelec en ese estadio. El 12 de abril pasado derrotó al mismo cuadro paraguayo por 3-2, en la Copa Libertadores.