Menos mal para Liga de Quito que su derrota por 1-0 de ayer ante Emelec solo fue en una ‘final de ensayo’. Si hubiera sido la final de verdad, ¡los emelecistas hubieran dado la vuelta olímpica en la Casa Blanca! Y esto habría sido muy merecido.Liga y Emelec encabezan la tabla acumulada, los azules ya se clasificaron a la final del Campeonato y los albos han liderado con comodidad la segunda fase. Imaginar un duelo entre la ‘U’ y el ‘Bombillo’ por el título es (o era, hasta ayer) lo más lógico.La victoria de Emelec cambia el panorama, por las circunstancias en que el equipo del DT Jorge Sampaoli obtuvo el resultado, empezando por los líos del visitante. Emelec jugó sin los titulares Marcelo Elizaga, Marcelo Fleitas, Pedro Quiñónez, Fernando Giménez y Leandro Torres.Sampaoli apeló a alternantes que ayer parecían consagrados. Gabriel Achilier fue un referente en la zaga. José Luis Quiñónez corrió en la altitud de Quito como si estuviera en el llano. Mariano Mina fue rabioso como un pitbull en la zona de contención. Sampaoli también demostró que no es necesario mudarse a Quito para jugar bien en la altitud. Le bastó haber experimentado una severa derrota en la primera fase (5-0, con la misma Liga) para corregir sus fallas. En aquella ocasión, Sampaoli fue sumamente criticado por plantear el cotejo de igual a igual con el cuadro universitario, que terminó humillándolo. Emelec entró ayer con un esquema ofensivo, pero Sampaoli se mostró audazmente flexible (a ratos tenía tres defensas, pero luego tenía cuatro) para adaptarse a las circunstancias. Ya no regaló la pelota. Ya no fue imprudente. El DT de Liga, Edgardo Bauza, también salió con las lanzas al ristre, pero con la novedad de dejar a Joao Plata, su mejor juvenil, en la banca y con Miller Bolaños como el eje en la zona de volantes.El cotejo fue emocionante, con al menos 10 opciones claras de gol para ambos equipos, pues Emelec atacó desde el inicio. No vino a esconderse. Llegó a demostrar que el 5-0 de la otra vez quedó en el pasado. En los 10 primeros minutos, los emelecistas Enner Valencia y Jaime Ayoví pusieron en aprietos al arquero José Francisco Cevallos. También fue un enfrentamiento leal por parte de ambos equipos, salvo las expulsiones de Bolaños de Liga y Eduardo Morante por Emelec cerca del final del primer tiempo, cuya pelea fue el lunar de un partido sin fricciones.Justamente la salida de Bolaños empezó a resquebrajar a Liga, que ya tenía problemas por la mala forma del volante Patricio Urrutia, los pases que Néicer Reasco repartía sin dirección y ciertas concesiones de la defensa.Después de los primeros 10 minutos en que Emelec puso en vilo a los albos, Liga tocó mejor y equilibró las acciones hasta el pitazo para el descanso. Juan Manuel Salgueiro estuvo cerca de anotar. El segundo tiempo fue otra historia. Si en otros partidos Liga tenía problemas para aguantar los últimos 10 minutos, ayer tuvo falencias en los momentos iniciales: a dos minutos de reiniciado el cotejo, el azul Quiñónez dejó en el camino a Paúl Ambrosi, ganó la raya de fondo y centró para que Valencia derrotara a Cevallos. El gol transformó a Emelec, que pasó de ser un equipo ofensivo a uno contragolpeador. Sampaoli, el imprudente general de la primera fase, se convirtió ayer en un conservador ajedrecista, con cinco zagueros en el fondo y con un David Quiroz aplicando la pausa en el mediocampo. Bauza hizo lo justo al meter a Carlos Luna en lugar de un Urrutia apagado, pero el argentino agregó ansiedad e imprecisiones en el ataque de Liga, que tuvo que jugar desde los 60 minutos sin Norberto Araujo, quien se lesionó en un muslo y no alcanzará a recuperarse para el primer cotejo de los albos en la Sudamericana. Para completar la colección de desgracias de la ‘U’, el goleador Hernán Barcos estuvo incómodo todo el cotejo y, en su única opción clara, estrelló el balón en el poste. Además, un tiro libre de Salgueiro fue gol, pero el árbitro Carlos Vera dio falta en favor de la visita. Tras el pitazo de cierre, ya no quedó tan claro que Liga esté en óptimas condiciones de ganar el cupo a la final, pues suma dos derrotas consecutivas, se apresta a jugar la Copa Sudamericana y el Cuenca le pisa los talones. Emelec, en cambio, se retiró de la Casa Blanca con una gran celebración que augura que, a lo mejor, logra los puntos para ganar la etapa, con lo que ya no habría final. Quedan ocho fechas (Emelec tiene nueve ) para el desenlace.