Marlón de Jesús simuló tener una metralleta en sus manos durante el festejo de uno de los goles con los cuales Emelec humilló a Universidad Católica (4-0). De rodillas, fingió disparar contra quiénes lo cuestionan por su puntería frente al arco rival y dudan de su olfato goleador.
A Emelec le va bien con la delantera de sello nacional en el inicio del año. De la mano de los dos delanteros ecuatorianos, ayer, en el Atahualpa, Emelec logró la segunda goleada en el Campeonato.
Caicedo abrió la cosecha de goles, a los 11’, con un golpe de cabeza y sumó su tercer tanto en la temporada, mediante la misma vía.
Los tres goles restantes fueron con la autoría de un fino De Jesús (a los 17’ y 38’) y del paraguayo Fernando Giménez, a los 31’.
Así, Emelec aprovechó las pobrezas futbolísticas de la ‘Chatolei’ y resolvió el cotejo en el primer tiempo. Fueron 45 minutos donde Emelec destiló alegría y tuvo símbolos de fe en cada gol.
A De Jesús y a Caicedo le sobraron razones para levantar la mirada al cielo y elevar oraciones de agradecimiento. Cada uno tiene su capitulo por contar.
Por ejemplo, Caicedo, este año ya no siente las mismas ganas de llorar como cuando pasó por El Nacional, en el 2012. Estando allí siempre siguió por televisión cada cotejo de los azules con una bronca de por medio.
Ahora, esta temporada, Caicedo sonríe con cada gol del equipo eléctrico. Ya lleva tres en dos partidos y los puede festejar con euforia. El corazón del ‘cuchillo’, como lo bautizaron sus colegas, es azul porque esa siempre fue su casa.
A los 14 años, perseguido por la pobreza de su familia llegó a las inferiores de Emelec y dejó la venta de caramelos en los buses para consagrarse gritando goles. Por eso, cuando el año pasado quedó fuera del equipo sintió un duro golpe en lo anímico.
El DT de Emelec Gustavo Quinteros fue quien exigió que vuelva el hijo pródigo. Su regreso no fue con tanta bomba ni matizado por grandes espacios en los medios de comunicación como la contratación del paraguayo Pablo Zeballos. Delantero costoso que vino por seis meses y ya se perdió las primeras dos fechas.
Caicedo cuesta mucho menos y le está respondiendo al técnico Quinteros con goles. Ayer, el jugador contó que su fe y la confianza del DT han sido claves. El delantero ecuatoriano tiene una plegaria que la reza al salir a la cancha y en cada festejo: “Señor, la Gloria y la honra son para ti”.