Rubén Darío Insúa dirigiendo un partido del Campeonato nacional en el estadio Olímpico Atahualpa. Foto referencial: Archivo/EL COMERCIO
Rubén Insúa no es creyente de las cábalas, sin embargo, durante mucho tiempo lució una camisa color ladrillo cuando dirigió al Barcelona Sporting Club y en su primer ciclo al frente del Deportivo Quito. En ambos elencos fue campeón del fútbol ecuatoriano y parecía que esa prenda tenía ese imán.
“No, realmente no tengo cábalas, la uso porque me gusta”, se encargó de desmentir su afición por los amuletos. Pero, los hechos aún demuestran lo contrario. Por ejemplo, desde que dirigió por primera vez en Primera división en el Barcelona porteño, el ahora flamante entrenador de El Nacional siempre ha lucido la cabellera larga, tipo melena. Así la exhibió cuando era jugador y mantiene su look.
La carrera de Insúa como futbolista y luego como estratega ha sido mayormente exitosa, quizás por estas cábalas o no. En su etapa activa, el ‘Poeta’, como es apodado, conquistó dos títulos en Argentina (uno en la Primera B) y uno en Ecuador. Mientras que como DT acumuló dos campeonatos nacionales (uno en su país y uno en Ecuador) y uno internacional (Copa Sudamericana 2002)… siempre con esa cabellera larga hasta los hombros.
Aunque el entrenador argentino siempre ha manifestado que la única cábala en la que cree es “en el esfuerzo, el trabajo a doble jornada, la entrega, la responsabilidad de club…”, también se lo ha visto con otros aditamentos físicos.
En Quito y en Guayaquil, bajo frío o calor, siempre ha usado un gorrito con el logo del equipo que defiende. Es de aquellos entrenadores que trota media hora antes de que lleguen sus dirigidos. También porta una pulsera de la que es inseparable en su muñeca izquierda.
Por último, hasta a su asistente técnico lo lleva a todo lado, Roberto Oste, con quien ha contado en todo equipo al que ha dirigido. Y ya anticipó Insúa que él lo acompañará en este nuevo reto en El Nacional.