Edgardo Bauza: 'Ojalá esté vivo para ver a Liga en otra final'

Julio Estrella/ EL COMERCIO

En ocho años ha pasado de la resistencia al amor con los hinchas de Liga. Esta temporada volvieron a discutir su presencia, pero ahora con su anuncio de despedida brotó nuevamente el amor. ¿Cómo define su relación con los seguidores de LDU?
Es muy normal dentro de esta profesión. En un reportaje que leía de Alex Ferguson decía que el ciclo en un equipo de un técnico no podía superar más de cinco años, que es imposible mantenerse más tiempo, que después viene una etapa de declinación, ya sea porque se van jugadores, porque se venden. Acostumbramos a los hinchas de Liga a ganar, a estar siempre arriba. Yo siempre entendí las manifestaciones del hincha y siempre percibí su cariño y respeto, aún en los momentos difíciles.
Ganó cuatro títulos con Liga. ¿Qué fue lo más importante, ganar títulos o consolidar un proceso de trabajo?
Por supuesto que el consolidar procesos. Cuando fortaleces un plan de trabajo, las copas vienen por añadidura y si no es un título, es una final como nos pasó en el 2011 contra la U. de Chile. Los títulos lo que logran es consolidar o darle una certificación a todo ese trabajo que se hace, considerando algunas variables como que los equipos tienen que desarmar sus plantillas, porque necesitan vender para tener recursos. Pero todo es producto del trabajo diario, del entrenar todos los días, perfeccionar los movimientos.
Es difícil procesar los éxitos cuando son consecutivos. ¿Se disparó el ego con las copas?
No me sentía el peor técnico cuando salí de la cancha en un patrullero (2007), ni el mejor cuando salí del avión llevando la Copa Libertadores con Pato Urrutia. Creo que soy un buen técnico. Siempre me pregunto en mi trabajo y te debe pasar lo mismo con el tuyo: ¿lo estoy haciendo bien? Si hay títulos, si el equipo responde, entonces te queda claro que tu metodología es buena. Más que con títulos, alimenté mi ego con vivencias: que un día me llame Ezequiel González desde Italia y me diga: "Profe por usted estoy aquí, acabo de firmar con Florentina", es algo que te llena el corazón.
Los entrenadores dicen que la diferencia en el trabajo está en la toma de decisiones…
Es la parte fundamental. En los años en Liga he crecido como técnico y ese crecimiento se da en la toma de decisiones. Lo clave es saber tomar las correctas.
¿Cómo cuáles?
Es fundamental la forma en la que le hablas al jugador, la forma en que le pides que se involucre, en cómo le comprometes al proyecto. Para ganar la Copa Libertadores empezamos hablando, involucrándoles en el proyecto. Fueron largas sesiones de entrenamiento, pero también de plática, de motivación.
Hablando de decisiones, hace un mes le dijo a Rodrigo Paz que no seguiría en Liga. ¿Por qué tomó esa decisión?
Nos sentamos con Rodrigo en un almuerzo que duró tres horas. Básicamente le expuse mis razones: estoy cansado y además creía que el equipo necesita un cambio de exigencia, un cambio de motivación y de liderazgo. Hice todo lo que tenía que hacer, no podía hacer más. Por ello, luego de esa larga charla, los dos en conjunto tomamos la decisión.
Paz siempre defendió su proceso. ¿No intentó persuadirle de cambiar de decisión?
Lo intentó, pero entendió mis razones. Más allá de las propuestas que, gracias a Dios me están llegando, creo que ahora lo que necesito es descansar unos meses, sacarme la presión de lo que implica armar cada semana un equipo. Ahora mismo estoy en esta entrevista, pero también estoy pensando en que no tenemos al delantero para enfrentar a Barcelona.
A inicios de año usted dijo que seguramente no vería terminado el proceso de renovación que empezó en Liga…
Desde el año pasado vengo haciendo algo que llamo el trabajo sucio: consolidar un equipo nuevo. El próximo técnico que venga va a tener los insumos necesarios con esta base del equipo. No va a tener que empezar de cero, le dejaremos todo: videos, recomendaciones. Si este proceso de renovación lo empezaba un nuevo entrenador, de seguro le habría costado irse.
¿Solo usted podía hacerlo?
Básicamente sí, por la paciencia que me ha tenido la gente y sobre todo la directiva. A los dirigentes les advertí en su tiempo que nos iba a tomar tiempo encontrar el equipo, el funcionamiento. Recién en estas fechas del torneo lo estamos encontrando.
Contrató 17 jugadores este año. ¿Por qué le costó tanto hallar el equipo ideal?
Este año tuvimos muchas lesiones y no es excusa. Se rompieron Rojas, Garcés, Posligua. En un momento con el preparador físico dijimos tenemos que levantar el pie del acelerador porque ellos venían con otra preparación en sus equipos. A ello había que sumarle la carga emocional de jugar en Liga que no es fácil.
Cuando llegó a Liga de Quito en el 2006, ¿tenía proyectado ganar todos esos títulos?
Es muy fuerte todo lo que me pasó. Pero creo que ganar fue una consecuencia del trabajo y eso no habría sido posible sin los jugadores que tuve, sin el apoyo de la dirigencia y el respaldo de la gente en su momento.
¿Puede recordar la anécdota con Esteban Paz en Japón?
Estábamos en el Hotel Four Seasons y yo le decía: Esteban saca foto de todo lo que vivimos, porque no sé cuándo lo repetiremos. Ojalá esté vivo todavía para ver a Liga jugar otra final del mundo. Es muy complicado. Ahora los equipos ecuatorianos no pueden pasar de la primera fase de la Copa Libertadores de América.