Con una mano en la cintura y otra apretando un silbato dorado, diminuto, de unos 5 centímetros de altura; dirigió ayer Manuel Tomé la práctica de fútbol de El Nacional.
Él estaba en el centro de la cancha principal del complejo de El Sauce, en Tumbaco, y a unos 30 metros de distancia solo llegaba el eco de su voz.
Desde ahí se lo veía toparse la frente y acomodarse su cabello cano, oculto bajo una gorra azul.
Al acercársele, se lo miró con el rostro cansado, colorado también por el efecto que causaron los rayos solares, sobre todo en la punta de su nariz.
Las pequeñas ojeras en su rostro son el reflejo de los malos resultados que acompañan al equipo desde su llegada. El Nacional ocupa el noveno casillero de la tabla con tres puntos, tras cinco partidos jugados.
La única victoria la consiguió el ahora asistente técnico Orlando Narváez, en el inicio del torneo de la Serie A. Después, solo hay cuatro derrotas consecutivas.
Los resultados son contradictorios, pues Tomé fue contratado para ubicar al club criollo en los primeros sitiales de la tabla. Al menos, ese era el objetivo que se trazó la directiva a inicios de año, después de que el ‘Nacho’ estuviera a punto de perder la categoría en la temporada pasada.
Aunque Tomé, de voz tenue y amable, dice que aquel asunto no le quita el sueño, admite estar preocupado y que para corregir las falencia de su equipo utiliza varias horas de la noche pensando en el nombre del jugador que sacará o ingresará en la alineación titular.
Hasta ayer, el técnico ibérico no tenía clara a la oncena que enfrentará este domingo al Deportivo Quevedo, por la sexta fecha del Campeonato. Ese partido está programado para las 12:00 y contará con el arbitraje de Miguel Hidalgo.
De lo que sí estaba seguro, es que seguirá aplicando el 4-3-2-1 entre sus pupilos de El Nacional. Así lo confirmó ayer, después de dirigir el entrenamiento.
El estratega está convencido de que los criollos se acostumbrarán a jugar con un punta y dos delanteros más retrasados por las bandas.
“En el fútbol ecuatoriano la mayoría de clubes juega con dos puntas, pero así no es en España”, mencionó Tomé.
El técnico ibérico está consciente de que su equipo no se parece en nada al Barcelona de España o al Real Madrid, equipos a quienes él admira, sin embargo, espera ver al menos un boceto de ese fútbol este fin de semana en el estadio Olímpico Atahualpa.
“Todos los técnicos deseamos un equipo como esos dos. Pero nuestra realidad es otra. Yo quisiera verlos jugar a ellos (criollos) como esa gran obra de arte Barcelona”, dijo Tomé, mientras miraba a sus dirigidos estirar los músculos sobre el gramado de Tumbaco.
Para el partido frente al Deportivo Quevedo, el estratega adelantó que atacarán de principio a fin en busca de su primer triunfo. Se cansó de perder.
Después de esa pequeña charla, Tomé volvió a acomodar su cabello y retornó al borde de la cancha.
Desde allí escuchaba a sus pupilos reírse, en las duchas, en alta voz. “Mi relación con ellos es buena”, concluyó.
Durante la semana
Los dirigidos por Manuel Tomé vuelven a entrenarse hoy desde las 09:30, en el complejo El Sauce, en Tumbaco. Lo harán a puerta cerrada, sin atención a los medios de comunicación.
Mañana, la práctica empezará a la misma hora. Este día el técnico español permitirá el ingreso de cámaras de fotos y de video. La práctica concluirá a las 11:30.
Los criollos terminarán con los entrenamientos el sábado al mediodía. El domingo enfrentarán al Deportivo Quevedo, del estratega Raúl Duarte, por la sexta fecha del Campeonato local. Ese partido se jugará a las 12:00, en el estadio Olímpico Atahualpa, en el norte de la ciudad.