Con la frase “no deseo que esta novela se haga más larga”, el DT Rubén Insúa bajó el perfil al supuesto ‘impasse’ entre él y el paraguayo Juan Samudio. Esto ocurrió la tarde del viernes, cuando Barcelona volvió a los entrenamientos en la Universidad Internacional.
El estratega argentino llegó al lugar a las 16:40, mientras que los futbolistas lo hicieron a partir de las 15:30. El primero en buscar un diálogo con los periodistas fue el volante argentino Matías Oyola. Él mismo se encargó de reunir a los comunicadores.Su intención era desmentir las supuestas declaraciones que dijo en contra del estratega: “Qué hemos hecho para merecer que nos traigan a este loco”.
“Desde pequeño he tenido valores en mi familia. Sé que no he faltado el respeto a nadie. Todo lo que se dijo fue un invento de la prensa”, aseguró el volante, cuyo contrato se extendió por dos años más. Pero cuando se le consultó si en realidad se produjo la discusión entre Samudio e Insúa, Oyola dijo que eso se debería preguntar a los involucrados. El ariete paraguayo no quiso hablar con los medios.
Mientras los jugadores se alistaban para iniciar el entrenamiento, Insúa escuchaba cada pregunta de los reporteros y contestaba solo las relacionadas con el partido de hoy, a las 12:15, ante Universidad Católica. Pero aclaró que la charla técnica antes del partido contra Espoli (con derrota 3-0), en Guayaquil, se dio en el Hotel Hilton Colón, y no en el camerino del estadio.
Ángel Gómez, gerente deportivo que trabajará en el club hasta diciembre, también negó el suceso. El directivo español aclaró que no estuvo en la charla que impartió Insúa. Luego se dedicó a observar la práctica vespertina, bajo una llovizna. Él se mostró molesto. Dijo que se tergiversaron las declaraciones que brindó a Radio Tropicana, de Guayaquil.
Antes del inicio de la práctica, Insúa reunió al plantel y conversó con los jugadores 20 minutos, en un costado de la cancha. Estos, luego solo realizaron ejercicios físicos y fútbol recreativo. Al final, abandonaron el campo y el último en salir fue el DT. Todo el tiempo estuvo solo, recorriendo el campo de juego de un lado a otro, al mismo tiempo que sus dirigidos se ejercitaban.