El seleccionador holandés, Bert Van Marwijk, estimó ayer que Uruguay, adversario de su país en semifinales del Mundial el martes, está compuesto por “combatientes” y “supervivientes”, que “no habrá que subestimar” y que merecen estar en la lucha por la final.
“Han combatido y han sobrevivido. Como nosotros, merecen su lugar en las semifinales y no deben en ningún caso ser subestimados”, declaró Van Marwijk, un día después de la victoria del equipo ‘Oranje’ sobre Brasil, por 2-1, el último viernes.
Ante el peligro de una relajación de sus jugadores ante la ‘Celeste’, el martes en Ciudad del Cabo, el técnico de ‘La Naranja Mecánica’ instó a sus jugadores a “no reproducir los errores del pasado reciente” y a “evitar toda forma de euforia anticipada” .
Sobre las suspensiones para la semifinal de los uruguayos Luis Suárez y Jorge Fucile, así como la duda sobre la participación del capitán Diego Lugano, Van Marwijk rechazó ‘celebrar’ esos problemas del combinado charrúa. “Nosotros también tenemos suspendidos (Nigel De Jong y Gregory Van der Wiel)”, respondió el seleccionador, todavía orgulloso de la victoria ante el favorito Brasil.
Van Marwijk dijo sentirse orgulloso pero advirtió que todavía su selección no ha conseguido nada todavía. “Nuestra misión no está cumplida. El objetivo es ser campeones, pero todavía no lo hemos alcanzado”, manifestó, después de haber analizado el partido contra Brasil.
“Durante los primeros 20 minutos, no éramos nosotros mismos. El mérito ahí fue de Brasil, que comenzó muy bien el encuentro”, declaró.
“Globalmente, si miramos nuestros cinco partidos, el balance es positivo a nivel de la calidad del juego”, sentenció Van Marwijk, que vio por televisión, mientras festejaba la clasificación, la tanda de penales con la que terminó el Uruguay-Ghana, con victoria ‘celeste’ por 4-2.
Gracias a ese triunfo, Uruguay volvió a unas semifinales mundialistas por primera vez desde 1970, tras un partido ‘loco’ de cuartos de final en el que estuvo muy cerca de volver a Montevideo, imponiéndose en los penales después de que el ghanés Asamoah Gyan desperdiciara un penal en el último suspiro del alargue (120+1).