Duffer Alman aún tiene viva la imagen de las cajas de madera, como herramienta s para trabajar , que impuso Dusan Draskovic cuando empezó a laborar como seleccionador del país. El expreparador físico fue uno de los soportes con los que contó el entrenador europeo en la primera etapa de la reestructuración del fútbol local.
Eso sucedió en el primer semestre de 1998, en el complejo Filanbanco. El técnico montenegrino, quien llegó al país el 5 de marzo de aquel año, trajo consigo una serie de implementos novedosos. Los cajones, por ejemplo, eran el material para el trabajo de pliometría, que no es otra cosa que un entrenamiento para ejercitar movimientos veloces y potentes para las piernas.
“Así se trabajaba en el fútbol moderno. Se combinaba la parte científica con el aspecto energético, técnico, táctico, psicológico”, recuerda Alman. Antes de la llegada de Draskovic, el preparador físico trabajaba por un lado y el técnico por otro. “Él implantó el método globalizado de entrenamiento que predomina actualmente en el mundo”, cuenta Alman.
Darle un balón a cada jugador, utilizar conos, estacas, y hasta una red para armar minicanchas para jugar fut-tenis o fut-vóley, unas mezclas de fútbol con tenis o voleibol, fueron otras de las innovaciones. Y aunque bastaba apenas una pelota, no podía faltar antes de cada entrenamiento el juego del ‘loquito’ donde uno o dos jugadores tenían que quitar el balón a los demás.
25 años después del aterrizaje de Draskovic en el país, esos métodos y sistemas de trabajo siguen vigentes.
Alman explica que en los juegos recreativos, sin que el futbolista se diera cuenta, ya estaba entrenando.
“Tocaba el esférico con el borde interno o externo, hacía pases cortos, cabeceaba, marcaba, presionaba. Incluso, muchos técnicos extranjeros copiaron elementos del trabajo de Dusan, aunque no lo digan”.
Pero quizás una de las mayores virtudes que se le atribuyen al europeo es que, desde su llegada al país, comenzaron a cambiar la mentalidad del futbolista ecuatoriano y los resultados.
“Antes de su llegada nos goleaban 12-1, 9-0. En su primera Copa América le ganamos a Uruguay, empatamos con Argentina. Estuvimos a punto de clasificar al Mundial de 1994, de no mediar porque fuimos abiertamente perjudicados por los árbitros”, dijo Carlos Coello, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
El dirigente también reconoció que Draskovic cambió la estructura del fútbol ecuatoriano por la cantidad de cursos realizados en el país, la metodología de trabajo y la identificación del biotipo del deportista.
“Se cambió el mismo trabajo de la Federación porque antes, cuando se contrataba un técnico, las convocatoria eran una o dos semanas antes de la competencia. Con él se hicieron etapas de trabajo de mayor tiempo, más partidos internacionales. La formación que se le daba a los jugadores en las selecciones se revertía a favor de los clubes pues al regresar a sus equipos lo hacían con un rendimiento superior”.
Hay un antes y un después de Draskovic en el fútbol nacional. Desde España, Carlos Torres Garcés, su exasistente y su sucesor en el banquillo de la Tricolor en dos amistosos (ganó 1-0 a Argentina y 2-1 a Corea del Sur), defiende esa postura.
“Uno de sus méritos fue haber capacitado a los entrenadores sobre métodos de entrenamiento modernos, partiendo desde la preparación física, trabajando sobre destrezas y habilidades técnicas-tácticas. Hoy podemos decir que casi todos los entrenadores lo imitan aunque la mayoría lo niega, condición intrínseca de nuestra cultura”, comentó el ‘Palillo’.
Uno de los mayores orgullos del montenegrino, nacionalizado ecuatoriano, es el libro ‘Fútbol: seleccionar, enseñar, perfeccionar, entrenar, competir’. Es la guía con la que capacitó, en su gran mayoría a exjugadores, a 1 324 entrenadores en 16 provincias en su momento y que ahora trabajan en las 24 jurisdicciones del país.
“Al mismo tiempo que laboraba en todas las selecciones hacíamos cursos. Eran 20 días promedio con 8 a 10 horas diarias implantando una metodología con la que adelantamos 20 años de trabajo en el país”, dice Draskovic.
Y es en esa línea en que se ha mantenido los últimos años. Por invitación del Ministerio del Deporte dirige desde el 1 de Julio un programa de capacitación de entrenadores a través de la Federación Nacional (Fedenador). “Trabajamos con Joaquín López, Julio César Rosero y Sixto Vizuete.
Vamos a capacitar a entrenadores amateur de todos los cantones y recintos”. Antes, durante 10 meses, trabajó con la Federación Deportiva de Manabí, capacitando a 850 entrenadores en 19 de los 22 cantones.
Con el trabajo de Draskovic en las selecciones menores la dirigencia instauró torneos en otras categorías y se extendieron los tiempos de competencias como los juveniles y de Segunda División.
Entre el 5 de abril de 1988 y el 19 de septiembre de 1993, que dirigió su último partido, estuvo al frente de la Selección en 66 cotejos: ganó 23, empató 196 y perdió 24 en Copa América, eliminatorias mundialistas y amistosos.