¿Qué director técnico fue silbado por la hinchada?
El director técnico del AS Roma, Rudi Garcia. Foto: EFE
Silbidos recibió el flamante DT francés Rudi García de parte de los 25 000 fanáticos de la Roma que se dieron cita en el Estadio Olímpico para la presentación oficial del equipo "giallorosso".
Apenas el ex DT del Lille tomó el micrófono, la rechifla de los aficionados se hizo oír y mucho, aunque no fue el único, pues el público también reprobó cuando fueron mencionados los nombres del rumano Bogdan Lobont y Marco Borriello.
La misma suerte corrió Federico Balzaretti, otro de los apuntados por los hinchas desde la derrota en la final de la Copa Italia en el Olímpico y frente a Lazio, clásico rival que se impuso por 1-0 y alzó el trofeo por sexta vez en la historia.
"26.5.2013, la verdad es que hicimos las cosas mal. Vergenza" , rezaba hoy un mensaje exhibido desde una avioneta que sobrevoló el estadio de la capital durante la presentación del equipo de García.
Otros pedían "desinfectar" la concentración de Trigoria, donde días atrás se entrenó el plantel de Juventus en la previa de la final de la Supercopa de Italia, que el equipo de Turín conquistó al golear por 4-0 justamente a Lazio.
"Daremos todo para que se sientan orgullosos de este equipo, pueden estar seguros", afirmó García, luego de decirse “feliz de ver a tantos hinchas para recibir al plantel” y antes de recibir una rechifla como respuesta desde las gradas.
Uno de los pocos que se salvó de la reprobación fue el capitán y símbolo del equipo, Francesco Totti, quien se limitó a prometer en nombre de sus compañeros: “Daremos todo en la cancha para pagarles todo ese amor con resultados” .
El brasileño Maicon, que se sumó al plantel esta temporada, pasó en cambio desapercibido, en tanto que el argentino Erik Lamela, con destino en Tottenham Hotspur, cosechó algunos de los pocos aplausos de la tarde.
"Que gran farsa..." llegó a publicar la novia del ex River Plate en la red social Twitter, aunque pocos minutos después retiró el comentario, mientras Lamela era preservado en el entrenamiento, en una clara señal de su partida.