En el entretiempo pasa inadvertido; casi no habla y luce serio. Sus compañeros de equipo hacen más notoria su personalidad fuera de la cancha pues (en contraste) gestan bromas, ríen y juguetean. Pero cuando Diego Armas pisa el campo de juego, se transforma.
Su voz sobresale. Ordena al equipo, pide la pelota, llama la atención de sus compañeros que se equivocan. Hace honor a la cinta de capitán que este año portará en el club Espoli. Juega de volante ofensivo.
La pasión por el fútbol la heredó de su padre Serbio Armas y su tío Wilson Armas. Ellos jugaron en las inferiores y profesionales de clubes como el Aucas, Liga de Quito y Deportivo Cotopaxi. En medio de las anécdotas y fotografías fue creciendo y adaptándose al que hoy es su mundo.
No se perdían los partidos. Su hermana, Jennifer, lo recuerda. Por ello sus padres lo inscribieron en una escuela de fútbol en su natal Quito. “Como era tan pequeño (5 años) mi mami, Bulnara Benavides, lo acompañaba a las clases y entrenamientos”.
A los 12 años, se inició en las inferiores de Liga Deportiva de Quito. Su familia asistía a cada partido. De ahí, el volante quiteño, de 1,70 de estatura, decidió probar suerte en las juveniles del Club del Gallito. Tenía 18 años.
Su compañero y amigo Jonathan Cobo lo conoció por esa época. “De a poco empezó a mostrar el talento”. Los goles que más recuerda fueron los que hizo en un partido contra Olmedo.
Era la tercera etapa del Campeonato Nacional y su debut en la Primera categoría. El equipo iba perdiendo 1-0. De pronto, en el minuto 57 hizo el primer gol. “En medio de la hinchada buscaba a mi familia, porque ese gol era para ellos”, dice Armas. En el minuto 70 marcó el segundo y fue su consagración como volante.
Se ha sabido ganar el respeto de sus compañeros. Lo aplauden cuando llega al camerino. El cariño es compartido con los fanáticos de Espoli. El hincha santodomingueño José Puripoma asegura que cada vez que Armas toca el balón es una esperanza de gol. “En la cancha lo da todo. Lucha por la camiseta que lleva puesta. Eso nos motiva a seguir con el equipo y apoyarlo aunque descienda”.
En el torneo anterior, pese a que no lograron el ascenso a la Serie A, Armas estuvo entre los cuatro principales goleadores con 12 anotaciones.
La figura
Diego Armas El capitán del equipo policial nació el 2 de julio de 1990 en Quito. Actúa como volante ofensivo.
Sus inicios El jugador se formó en Liga de Quito desde la Sub 12. Luego pasó a Espoli cuando tenía 18 años.
Es un volante ofensivo con proyección.
El presupuesto
El equipo policial espera tener una gran cantidad de aficionados en el estadio de Santo Domingo. Pero en los años anteriores, no logró ese objetivo.
Espoli ha sido un equipo errante. El ‘Gallito’ actuó como local en sedes como Quito, Ibarra, Sangolquí, Santo Domingo e incluso en el cantón Cayambe.
En los primeros años, el elenco recibía el aporte de los miembros de la institución. Sin embargo, ahora tiene que buscar sus propios fondos.
El técnico
José Vicente Moreno . El entrenador ambateño tiene 50 años. Como jugador actuó en Filanbanco, Liga de Quito… Fue un delantero con mucho gol.
El año pasado, Moreno inició el proceso de trabajo en Sociedad Deportiva Aucas. Sin embargo, a mitad de año fue reemplazado por Julio Asad.
El credo futbolístico de Moreno consiste en que su equipo siempre debe pugnar por tener el balón la mayor cantidad de tiempo y presionar a su rival.
LA CIFRA
USD 700 000 es el presupuesto con el cual afrontará el equipo su participación en el Campeonato de la Serie B del fútbol local.