Deportivo Quito afronta su peor crisis. La decisión del club presidido por Fernando Mantilla, de separar a 10 jugadores del equipo en el cual toda la plantilla espera el pago de cuatro meses de sueldos atrasados, es la explosión de los problemas desde el 2008.
El club chulla anunciará la lista de los jugadores separados a través de un comunicado al mediodía. Sin embargo, trascendió que el Directorio del equipo señala a los futbolistas Luis Checa e Isaac Mina y al uruguayo Fabián Carini por indisciplina; mientras que al uruguayo Robert Flores y a los nacionales Geovanny Espinoza, Miguel Andrade, Darío Bone, Michel Castro, Javier Chila y Daniel Mina por bajo rendimiento.
En el entorno del club se conoce esta noticia. Pero Andrés Naranjo, jefe de prensa del club, advirtió que todavía no se ha oficializado esta información.
La deuda de los dirigentes a toda la plantilla supera los 1,5 millones (tres meses de sueldos atrasados y el 10% del sueldo de abril). . La inversión mensual en el equipo cuesta USD 500 000, según indicó a este Diario en días anteriores el mismo Mantilla.
La deuda aumentará el 15 de septiembre, día en que la directiva debería cancelarles también el salario de agosto.
Los jugadores no se han pronunciado hasta el momento por la futura separación de algunos de ellos. En días, anteriores reclamaron que la falta de pagos ha incidido en su rendimiento.
Las cifras de las deudas son millonarias. Pero, ¿cuáles son las causas que desataron esta crisis?
La inversión en el título del 2008 abrió una brecha económica
En el segundo semestre del 2008, Fernando Mantilla se unió a la directiva del Deportivo Quito. Él quiso dar un impulso al club para que consiguiera el título del 2008 y, en su propósito, ofreció premios por partidos ganados a cada uno de los jugadores.
Según ex dirigentes de esa época, los premios superaban los USD 100 000 por encuentro a cada jugador. Esto “era una locura”, afirma un directivo.
Fernando Herrera, entonces presidente del Quito, en una entrevista pasada a este Diario, reconoció que la ilusión por conseguir un título luego de 40 años hizo que se tomarán decisiones sobre las cuales no se midieron las consecuencias.
Ese año, los dirigentes también invirtieron los ingresos de los derechos de televisión (cercanos al USD 1 000 000) en el pago de los premios por el título.
Tras el ‘chuchaqui’ de las celebraciones, Deportivo Quito quedó un déficit que superó los 400 000. Esa brecha se elevó considerablemente en cinco años: hasta el mes pasado, el cuadro azulgrana tenía un déficit de USD 4 milllones.
La elevación de los sueldos a los jugadores
Luis Fernando Saritama fue promovido a la Primera del Deportivo Quito, en el 2002, y empezó a percibir USD 200 por mes. El volante se destacó y en el 2004 jugó en Alianza Lima de Perú y al año siguiente volvió. Su periplo internacional continuó entre el 2006 y el 2007. Volvió en el 2008 y ese año recibió USD 45 000 mensuales. El 2012 tenía un paquete de pago anual cercano a los USD 800 000, contó un directivo.
Saritama fue uno de los mejores jugadores pagados en su paso por el Quito. Su sueldo, al igual que el de otros compañeros de su época, aumentó en un 40% con la administración de SEK, institución que asumió un convenio con el club en el 2009, pero que lo rompió a inicios del 2010. “Eso nos dejó con un desbalance muy alto cuando retomamos el control del equipo”, contó Mantilla en una entrevista a este Diario.
Esta institución invirtió cerca de USD 4 millones, pero se marchó porque dijo que existían deudas que no fueron detalladas antes de la firma del convenio.
Hace dos meses, Iván Vasco dejó la presidencia del Quito ante la falta de gestión para cancelar los sueldos millonarios de los jugadores.
La relación entre los jugadores y la dirigencia se quebró
El 21 de enero de este año, el técnico Rubén Darío Insúa ofreció a los hinchas la consecución de un nuevo título durante la presentación del equipo 2013. Los jugadores aplaudieron esa declaración y, entre abrazos, y sonrisas departieron con el entonces presidente Iván Vasco. Seis meses después el dirigente adujo una enfermedad y renunció mientras los jugadores reclamaban el pago de los sueldos atrasados.
La gestión del directivo molestó a los jugadores quienes lo acusaron de no “dar la cara”. En medio de estos problemas, el club sorprendió a sus adversarios y se mantuvo en la punta del Campeonato.
Su reemplazo, Fernando Mantilla, tenía más credibilidad ante los jugadores. Pero hace dos semanas, los futbolistas denunciaron que ya no “creían en las promesas de los directivos”. “A Mantilla no le he visto en todo el año”, le dijo Isaac Mina, uno de los jugadores señalado por la dirigencia como indisciplinado.
Vasco y Mantilla se volvieron así en el centro de la polémica ante los jugadores.
Ahora, los jugadores aguardan la resolución del dirigente para analizar las acciones a tomar con el apoyo de la Asociación de Futbolistas Ecuatorianos, que preside Iván Hurtado, ex capitán del cuadro azulgrana.