Se acabó la Copa Sudamericana para Deportivo Quito. La mínima inspiración de la Universidad de San Martín de Porres permitió al equipo peruano ganar un partido que lo perdía, tanto en el trámite como en el resultado.
El 1-0 a favor de los chullas, escrito hasta el minuto 79 y que parecía clasificar al Quito, se convirtió en una derrota por 2-1 que eliminó a los ecuatorianos.
Al cuadro del DT Rubén Darío Insúa le bastaba el empate en el estadio Monumental de Lima para estar en la segunda fase. En el cotejo de ida, en el Olímpico Atahualpa, Universidad de San Martín había perdido por 3-2.
La primera sorpresa del cotejo se escribió con la alineación, al saltar Bonnar García como guardameta titular del Quito. A la final, el choneño cumplió y no fue responsable de los goles, más allá de su acostumbrada escasa seguridad de manos que exhibe.
Desde el inicio, el Quito solo tuvo una opción; soportar la insistencia de su rival. El peso cayó sobre los volantes Segundo Castillo y Edwin Tenorio.
Sin embargo, los chullas pudieron controlar al rival y mermar su fervor inicial. Para entonces, ya había transcurrido casi todo el primer tiempo. El objetivo de clasificarse, estaba al alcance.
El acceso a la segunda fase estuvo incluso más cerca cuando Luis Checa marcó el tanto de apertura, a los 44 minutos, justo cuando terminaba el primer tiempo.
La confianza ganó a los azulgrana. Por un momento, los únicos animados en el gigantesco escenario del Monumental de Ate fueron los 300 quiteños que estaban en la popular sur. Algunos incluso llegaron por vía terrestre desde Quito.
Para la vuelta del segundo tiempo, el Quito mantuvo el libreto. Y hasta se atrevió más con el ingreso de Juan Diego González Vigil, otro delantero chocador, capaz de romper la defensa rival con su resistencia y fortaleza.
El trámite se mantuvo. La ‘Academia’ controló el encuentro ante un rival carente de ideas, con sus generadores de juego (Pablo Vitti y Germán Alemano) opacados ante la marca impecable de todo el cuadro de Rubén Darío Insúa.
Los zagueros Luis Checa e Isaac Mina manejaron a los peruanos a su antojo. Los absorbieron a base de calidad y decisión, suficientes argumentos para casi desaparecer el ímpetu ofensivo del dueño de casa, dirigido por Aníbal ‘Maño’ Ruiz, un ex DT del Quito.
Sin embargo, el penal que posibilitó el empate de Heber Arriola (79’) y el gol de chilena de Germán Alemano, dos minutos después, fueron producto de mínimas desconexiones, desconocidas en los minutos anteriores. Lo que fue construido con oficio durante una hora de juego, se destruyó en solo dos parpadeos.
Al final, el Quito, aunque tuvo un hombre más en cancha los últimos 10 minutos, no despertó del golpe. Y el torneo para el que tanto se armó e invirtió terminó en una semana.