La práctica termina y Rubén Darío Insúa en tono paternal les dice a sus jugadores: “No olviden hoy tomar la siesta. Es importante que descansen. Mañana (hoy) nos vemos de tres y media para cuatro (sic)”. Los futbolistas, que terminan de hacer su estiramiento, se retiran cabizbajos hacia los camerinos del Complejo de Carcelén.
En el recinto deportivo, la alegría es la ausente. La alegría y el dinero de los sueldos atrasados. De fútbol se dialoga poco. Casi nadie habla de estrategias o del partido del fin de semana ante el Macará. La principal preocupación y la principal pregunta es ¿cuándo nos pagarán? Nadie tiene la respuesta. El latentoso volante Álex Colón dice que el equipo “peleará hasta cobrar el último centavo”. Más allá, Luis Romero dice que es complicado seguir así, en la incertidumbre que genera el no cobrar.
Las historias se repiten entre los trabajadores, auxiliares, miembros del cuerpo técnico. Pero los que aún se animan a hablar son los jugadores, sobre todo los extranjeros. “Ha sido una gran experiencia jugar en el Quito, ha sido un buen año, pero es difícil continuar así. El tema de mi futuro lo está manejando mi empresario. Hasta tanto, lo que hago es seguir jugando”, declara el goleador del torneo, Federico Nieto.
El lunes pasado, los jugadores se comunicaron con la dirigencia del plantel, liderada por Eugenio Romero, para pedir ayuda.
Robert Flores cuenta que en el diálogo no se les solicitó que se les cancele un mes de salario, sino cualquier cantidad de dinero que ayude a los jugadores a sostener la crisis económica. Sin embargo, les informaron que no hay dinero y que no se les puede pagar.
Un tema que agobia y que motiva a los jugadores a buscar otros equipos en donde jugar. La mayoría no lo dice directamente, pero ya piensan en su futuro.
Flores es uno de ellos, el asegura que el estar en D. Quito le ha ayudado para que otros clubes lo observen. Colón, por su parte, no quiere hablar de las ofertas que tiene, aunque reconoce que buscará estabilidad económica.
El tema económico también está afectando al estado de ánimo del equipo. Durante el entrenamiento, Álex Bolaños y el preparador físico César Vaioli protagonizaron un incidente. El volante no corría lo suficiente y el profesor lo mandó a las duchas.
En ese momento, el resto del equipo dejó de trotar y se acercó a Bolaños. Jorge Guagua, capitán de la ‘AKD’, le dijo a Vaioli: “Esa no es la forma, usted no sabe cómo llega cada jugador a entrenar”. Luego de un diálogo entre ambos, los jugadores siguieron con los ejercicios.
En ese contexto, el cuadro azulgrana realiza sus prácticas. Los futbolistas dicen que quieren pelear por alcanzar un cupo a las copas internacionales, pero ahora lo que más le importa es solucionar su situación laboral. Algunos como Bolaños dicen que buscarán equipo para el otro año, pero que esperan cobrar algún salario antes de irse.
¿Novedades futbolísticas? La única baja considerable es la del volante Édison Vega, quien tiene una fuerte afección gripal y no se entrena con sus compañeros. Isaac Mina no se presentó a la práctica y el venezolano Luis Manuel Seijas volvió a su país para solucionar temas personales.