El objetivo sonaba sencillo: cambiar lo justito para que España se mantuviera como el mejor equipo del mundo. Esa era la meta del DT Vicente del Bosque cuando asumió en el 2008, luego de que su antecesor, Luis Aragonés, ganó la Eurocopa del 2008 con merecimientos.
No ha sido sencillo, aunque Del Bosque, ahora de 59 años, había logrado una transición considerada modélica, pues triunfó en los 10 cotejos de eliminatorias, sin prisas ni apuros. Lo único que asomaba como crítica, tibia, era que el arquero de Barcelona, Víctor Valdez, no fuera ni suplente.Los problemas vinieron luego, cuando España cayó en las semifinales de la Copa de las Confederaciones del 2009 ante Estados Unidos. El estratega, ganador de dos Ligas de Campeones con Europa, recibió una mancha que cuestionó sus fortalezas.
En el Mundial, la España de don Vicente ha estado por debajo de las expectativas, sin exhibir a plenitud ese fútbol de ‘tica-taca’, o sea, de toque y vocación ofensiva y estética.
Suiza derrotó por 1-0 a España en el debut y la amenaza de la eliminación sembró pánico. Del Bosque mantuvo la serenidad, unas de sus grandes virtudes y logró la clasificación, aunque nunca dijo que su equipo haya jugado un buen cotejo hasta ahora.
Reconoció que Honduras le complicó la vida. Calificó a Chile de ‘señor equipo’ porque casi le empata con 10 hombres. España mostró su mejor cara con Portugal, en un segundo tiempo de gran rendimiento. Pero, con Paraguay, la ‘Furia’ otra vez lució pálida, sin ideas en el medio campo. Si no fuera por e l oportunismo del artillero David Villa, quizás España se habría sumado al grupo de grandes decepciones.
Del Bosque se ha mostrado honesto y equilibrado, pero eso no parece alcanzarle para lograr igualar el estupendo nivel de juego que ha mostrado Alemania, su rival en la semifinal.
El técnico, un destacado volante en su etapa de jugador con el Real Madrid, al menos ha logrado igualar la mejor campaña española en un Mundial. Vencer a Alemania sería histórico. Del Bosque quiere ese premio.