David Beckham quiere poner su experiencia al servicio del París Saint Germain

David Beckham se convirtió este 31 de enero en el nuevo jugador del Paris Saint Germain hasta final de temporada. Foto: EFE

David Beckham se convirtió este 31 de enero en el nuevo jugador del Paris Saint Germain hasta final de temporada. Foto: EFE

El inglés David Beckham se convirtió hoy en nuevo jugador del París Saint-Germain hasta final de temporada, un periodo en el que tratará de aportar su experiencia para convertir al club "en uno de los grandes de Europa" y durante el cual su sueldo será donado a acciones caritativas con los niños.

Tres meses después de haber acabado su contrato con Los Ángeles Galaxy estadounidense, el jugador, de 37 años, comienza así una nueva aventura en un club que, gracias al dinero de sus propietarios cataríes, persigue convertirse en uno de los grandes de Europa.

Beckham, que se convertirá en el jugador más viejo de la liga francesa, no cree que vaya a ser titular por el momento en el equipo de Carlo Ancelotti, pero aseguró que puede poner su experiencia al servicio de sus compañeros.

Entre ellos el sueco Slatan Ibrahimovic, "alma máter" del PSG actual, al que dirigió varias alabanzas y a quien prometió, entre risas, no disputar los lanzamientos de falta.

"Estoy muy orgulloso de haber firmado por el PSG, que trata de convertirse en uno de los mejores clubes de Europa. Voy a intentar ayudarles a conseguirlo", aseguró el futbolista en su presentación ante los medios de comunicación.

El inglés no se espera ser un titular indiscutible en el esquema de Ancelotti, aunque precisó que se siente bien físicamente y que se empleará "como siempre al 150 %" para ayudar a sus compañeros, por lo que no descartó serlo algún día.

Beckham no se incorporará inmediatamente a la disciplina de Ancelotti, pero espera estar "en unas semanas" a las órdenes del entrenador del equipo que se medirá en octavos de final de la Liga de Campeones contra el Valencia.

"Pero espero poder contribuir a elevar el nivel de este club y de la liga francesa", dijo el futbolista, quien aseguró guardar un recuerdo particular de los equipos galos a los que ha afrontado, en particular del Lyon que se midió contra el Real Madrid en su etapa de futbolista blanco.

El inglés, formado en el Manchester United, inicia así una nueva aventura, tras haber pasado por el Real Madrid, esporádicamente por el Milan, y en los últimos seis años por Los Ángeles Galaxy.

El ambicioso proyecto catarí del PSG y la posibilidad de jugar al más alto nivel fueron los elementos que convencieron al jugador, que no llegó a París por dinero.

De hecho, la integralidad de su salario irá destinado a organizaciones caritativas que trabajan con niños, de acuerdo con el PSG, según indicó el futbolista.

Organizaciones que ni el jugador ni el club desvelaron, porque la urgencia con la que se cerró su fichaje, a pocas horas del cierre del mercado invernal, no les ha dado tiempo a cerrar todos los detalles.

Tampoco desvelaron el monto de ese salario, aunque hace un año, cuando el club parisiense hizo un primer intento de ficharle, se habló de la cifra de 800 000 euros mensuales, una cantidad que despertó recelos en un país sumido en la crisis económica y que fue duramente criticado por la clase política.

Con el anuncio de que el sueldo irá a parar a obras caritativas, Beckham y el PSG barren ese debate y presentan el fichaje como una basta operación de comunicación.

El inglés llega a un club plagado de estrellas, fichadas a precio alto. Más de 100 millones de euros han invertido en un proyecto en el que, junto a Ibrahimovic, destacan los brasileños Thiago Silva y Lucas Moura, y los argentinos Javier Pastore y Ezequiel Lavezzi.

A esa constelación llega un jugador que formó parte del Madrid de los galácticos y que está acostumbrado a arrastrar una enorme atención mediática. En los últimos años, más que por su juego, por su propia imagen, elevada a la categoría de marca y que le convierte en uno de los futbolistas que más dinero ingresa gracias a sus contratos publicitarios.

Por el momento Beckham aterriza sólo en París, donde llegó esta mañana en su avión privado poco antes de pasar la visita médica. Su esposa, la Spice Girl Victoria, se queda en Londres con sus cuatro hijos que ya han comenzado allí la escuela.

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