El Sao Paulo se aferra al trono de la Copa Sudamericana que conquistó en el 2012 y con su clasificación a las semifinales de la duodécima edición ha tomado ventaja en las apuestas al sorprendente Ponte Preta, su próximo rival; así como a Lanús y Libertad, los otros supervivientes.
Los cruces de los partidos que se jugarán esta y la próxima semana garantizan la presencia de una formación brasileña en la final, sea el actual campeón o el Ponte Preta.
El Sao Paulo, el único que puede igualar al Boca Juniors como máximo ganador en la Sudamericana con los títulos del 2004 y 2005, avanzó a las semifinales a expensas del Atlético Nacional, que por un año más se quedó con la frustración de no poder mejorar el segundo del 2002 o el cuarto del 2003.
Al rival del Sao Paulo no lo esperaban muchos ya que en el Campeonato brasileño lucha contra el descenso a la Segunda división. El Ponte Preta, pese a sus 113 años de historia, no tiene títulos y este año dio sus primeros pasos en una competición internacional al dejar en el camino al Criciúma y el Deportivo Pasto colombiano.
El equipo de Campinas dejó en el camino nada menos que al Vélez Sarsfield, que llegó al partido de vuelta de los cuartos de final con todo el favoritismo y acumula en su historia un título de Copa Libertadores en 1994 a expensas del Sao Paulo y del Mundial de Clubes del mismo año con el Milán italiano como víctima.
Lanús, el rival de Ponte Preta, no tiene historia en el torneo, cuya primera edición se disputó en el 2002 y coronó a otro equipo argentino, el San Lorenzo.
El Libertad llega con más ambición y dispuesto a superar el cuarto puesto en el que terminó el Cerro Porteño en el 2009. En el torneo Apertura local es quinto y la Sudamericana se ha convertido en el asignatura determinante para este equipo.