Juan Bravo llamaba permanentemente la atención a Fernando Baldeón, asistente del DT Carlos Sevilla, quien salía a reclamar las decisiones arbitrales de Carlos Orbe en el segundo tiempo. Era el minuto 50 y El Nacional ya derrotaba 1-0 a Barcelona.
Esto fue el pasado domingo en el estadio Atahualpa. El cuarto árbitro se enfocó en el colaborador criollo y esto generó la reacción del entrenador, quien le pidió a su colaborador que se calmara y que se quedara sentado. De esta manera, Bravo desvió su atención de la banca de suplentes de los rojos.
Los cuartos árbitros son los ojos de los réferis fuera de la cancha y su tarea es intensa antes, durante y después del partido. Pero, lo que menos toleran son los reclamos sobre las decisiones arbitrales.
Baldeón estuvo a punto de ser expulsado… pero en este torneo sí lo sufrieron técnicos como Álex Aguinaga (Liga de Loja), Luis Zubeldía (Liga de Quito), César Vigevani (Mushuc Runa), Gustavo Quinteros (Emelec) y Juan Carlos Garay (D. Quito), quienes salieron de la cancha por este motivo y criticaron esas decisiones.
“No fue más que un reclamo por una falta que no hubo. Por protestar enérgicamente ante el cuarto juez (Wilson Ávila) me expulsaron”, se justificó el ‘Güero’, como es apodado Aguinaga, por la decisión del árbitro Roddy Zambrano.
A la vez que están atentos a lo que se grita desde las zonas técnicas, el cuarto juez se encarga de ver que los entrenadores no rebasen este espacio. Bravo, por ejemplo, llamó la atención del DT de Barcelona, Carlos Ischia, en dos oportunidades durante el juego con los militares. Finalmente, el argentino optó por salir, dar instrucciones y sentarse para evitar más llamados de atención.
En este contexto, Aguinaga hizo un cuestionamiento al rol de los cuartos árbitros y sostuvo que “el cuarto árbitro está más preocupado de escuchar a los técnicos que en ayudarle al central”.
Sin embargo, en determinados momentos Bravo sí estuvo presto para dar una mano a Orbe en ese encuentro jugado en el Atahualpa, que estuvo lleno con 32 000 espectadores. Impidió que Luis Saritama, volante de los canarios, volviera a la cancha con la venda ensangrentada, luego del corte que sufrió en una jugada previa.
Cuando el línea Byron Romero dudó en los saques laterales y Orbe tuvo complicaciones para divisar quién sacó el balón, Bravo se encargó de guiarlo con sus dedos índices, indicando la dirección. También llevó el registro de las tarjetas que sacó Orbe y anunció las variantes de los equipos.
En medio de este ajetreo, siempre regresó a ver a las zonas técnicas de ambos equipos, atento a lo que decían sus integrantes para evitar reclamos. En cuanto los estrategas pisaban las líneas, Bravo se acercaba y ellos retrocedían. En todo momento procuraron mantener la calma, a pesar de que los minutos finales fueron intensos.
Zubeldía es uno de los entrenadores más efusivos en el campeonato. Eso le costó dos expulsiones, lo que provocó su reacción porque aseguró que jamás se expresó contra los árbitros.
En aquel cotejo, el cuarto juez John Álvarez notificó al central Diego Lara sobre las veces que el DT de la ‘U’ sobrepasó la línea técnica. Esto le costó la expulsión al entrenador. Igual de atento estuvo Bravo en el Atahualpa, pero nadie de las bancas se excedió y todo terminó en paz.
En su defensa, Diego Lara, que dirige en la Serie A, sostiene que el cuarto árbitro es “solo un colaborador”. Detalla que con las nuevas medidas de bajar las mallas, su labor de control se amplía a las gradas. “Todos pueden reclamar, pero sin excederse”.
Las funciones del cuarto juez
- El cuarto árbitro tendrá la autoridad para controlar el equipamiento de los sustitutos antes de que estos ingresen al terreno de juego.
- Ayudará al árbitro a dirigir el juego conforme a las reglas. Pero mantiene su autoridad a la hora de decidir sobre cualquier asunto del partido.
- El cuarto árbitro presentará un informe sobre cualquier falta u otro incidente que haya ocurrido fuera del campo visual del árbitro y de los asistentes.
- Estará autorizado para comunicar al árbitro si alguna persona en el área técnica se comporta de forma impropia, incluso al final de un partido.
- El cuarto árbitro asistirá al principal en todo momento. También asumirá las funciones del árbitro principal en caso de que este último no pueda continuar.
- El cuarto árbitro ayudará en todos los deberes administrativos antes, durante y después del partido, según lo solicite el árbitro.