Fernando Gago (der) de Boca Juniors pelea el balón con Carlos Sánchez (izq) de River Plate durante el partido por los octavos de final de la Copa Libertadores en el estadio Antonio Vespucio Liberti “Monumental”, en Buenos Aires (Argentina). EFE
Hinchas de Boca Juniors enfurecidos causaron el martes incidentes en el estadio La Bombonera al agotarse en sólo dos horas los boletos para el superclásico del jueves ante River Plate por octavos de final de la Copa Libertadores.
“¡Dónde están las entradas (tickets)!”, gritaban a voz en cuello fanáticos boquenses frente a las taquillas, en medio de forcejeos con la policía, que debió actuar para dispersarlos, según imágenes de televisión.
Los ‘xeneizes‘ recibirán a los ‘millonarios‘ el jueves en el estadio del club azul y oro, en partido de vuelta, sólo con presencia de hinchas locales, por ordenanzas antiviolencia que rigen en Argentina. River ganó la ida 1-0.
“La cancha no tiene capacidad para todos”, justificó en rueda de prensa el dirigente de Boca a cargo de los boletos, César Martucci.
En las redes sociales explotó también la ira de los hinchas que se quedarán afuera de las graderías y deberán verlo por la televisión b.
En internet apareció también de inmediato la reventa a precios exorbitantes. Los boletos cotizados oficialmente entre 210 y 430 pesos (USD 23 y 48), comenzaron a ser ofrecidos desde 5 000 a 12 000 pesos (USD 560 a USD 1 340).
Boca Juniors resignó vender los tickets como era tradicional en Argentina para ofrecerle el negocio a una empresa privada.
La modalidad comenzó cuando fue presidente el magnate industrial y alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, ahora candidato a presidente en las elecciones del 25 de octubre.
El vencedor de la llave se enfrentará en los cuartos de final con el que surja del choque entre los brasileños Sao Paulo y Cruzeiro.