No habrá mallas, pero sí un estricto control de ingreso y de vigilancia, dentro y fuera del estadio Atahualpa ya que es el primer partido con más de 10 000 aficionados y con una nueva medida de control de parte de la Policía y de la Ecuafútbol.
Así lo aseguró el general de la Policía, Lino Proaño. El funcionario detalló que 600 uniformados custodiarán el escenario. Un cordón policial rodeará la pista atlética con la vista hacia el graderío.
En las puertas de acceso se revisará que los hinchas no porten armas (de fuego y cortopunzantes), correas con grandes hebillas, bengalas ni que estén con aliento a licor. También las cámaras del estadio estarán conectadas al sistema ECU 911 para ver el proceder de los aficio nados.