La concentración del ‘Scratch’ es blindada

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Un día antes de la llegada de la selección de Brasil a Sudáfrica, el hotel y el campo de entrenamiento en Johannesburgo estaban listos. Pero lo que resalta en esos lugares es la estricta seguridad.

En esos sitios había instrucciones de impedir el acceso a cualquier persona sin la autorización otorgada por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).Dentro del Hotel Fairway, construido exclusivamente para que se hospedara la Selección, hay una gran vigilancia en el acceso a la concentración que tendrá Brasil porque al lado del hotel opera un club de golf.

O’Globo pudo ingresar a las instalaciones del hotel. En ese trayecto, los guardias de seguridad llegaron y exigieron que las imágenes que habían logrado captarse en ese instante fueran borradas. En el sitio hay monitores con cámaras de vigilancia por todos lados. Se comunican por radio dentro del hotel y cuentan con la ayuda de decenas de policías, los cuales garantizan la seguridad. Ellos se ayudan con alambres electrificados y cercas.

En la habilitación del hotel, el entrenador brasileño, Carlos Dunga, exigió la construcción de un muro hecho de cristal opaco, capaz de impedir la visión desde afuera hacia adentro y viceversa.

Esa información fue revelada por Doug Bain, el director ejecutivo del club de golf de Randpark, vecino al hotel en construcción, con el cual compartirá la entrada.

Es público que Dunga no tolera manifestaciones de indisciplina en su grupo y tampoco concede privilegios a las estrellas.

Según Bain, quien acompañó a Dunga y a representantes de la Confederación Brasileña en la visita a las obras, el grupo dejó en claro su principal preocupación: “Ellos hablaron mucho sobre privacidad y sobre cómo permanecer lejos de los ojos de la prensa y de los aficionados”.

Incluso durante su permanencia en la construcción del hotel, Dunga pidió a la Policía sudafricana que mantuviera a la prensa a una distancia suficiente para impedir hasta la captación de imágenes de su visita.

El Colegio Randburg Hoërskool, una escuela de élite de Johannesburgo, ya es otro de los sitios blindados en estos días. Allí el seleccionado se entrenará desde hoy o mañana. En ese sitio también bloquearon la entrada. Solo los estudiantes y el personal podrán ir hasta la puerta de acceso a las canchas para observar los entrenamientos.

Ayer se despidieron de Lula

Arropados por el calor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y de los hinchas, y calmada ya la controversia por los 23 elegidos por Carlos Dunga, la Selección brasileña se despidió de su país y viajó ayer rumbo a Sudáfrica.

La armada brasileña partió en un vuelo desde Brasilia a las 14:00 (de Ecuador) tras recibir, como es tradición, la bendición del presidente del país, en el Palacio da Alvorada.

Vestido de traje azul y camisa blanca, Lula y la primera dama Marisa Leticia (que lucía una camiseta de la Selección con el número 2) fueron recibiendo uno a uno, en el jardín del Palacio da Alvorada (su residencia oficial), a los jugadores y miembros del cuerpo técnico, antes de hacerse una rápida foto de familia y pasar a un salón, donde el presidente les deseó buena suerte.

El arribo de la Selección está previsto para hoy al lujoso Hotel Fairway. Aquí la zona del complejo está bajo protección de la agencia de seguridad Piranha, nombre del temible pez de las aguas amazónicas. DPA Y AFP

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