Un COE libre y no político

La salida  de Danilo Carrera del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE) desencadenó otro escenario de intereses­ del deporte. Una decena de candidatos ya hacen cabildeos y ‘lobby’ para reemplazar al empresario que estuvo 16 años en
ese organismo.

Esas gestiones las hacen ante autoridades del Ministerio del Deporte y de las federaciones ecuatorianas, reconocidas por el ente estatal, lo que es un error. El deporte debe ser independiente, no atado.

a compromisos privados ni públicos, peor que involucren beneficios po­líticos. Aquí la esencia tiene que sostenerse en el deportista. Y hacía allá es el camino al que hay que recurrir, especialmente las personas que  administran este espacio.
Es hora de que  las dos partes en conflicto (Ministerio del Deporte y
COE) depongan sus intereses y sus arrogancias.  Eviten hacer gestiones y cabildeos que pudieran derivar en potenciales sanciones al país en competencias internacionales. Pero, si es necesario ir al fondo, hay que hacerlo, para terminar así con una pelea absurda con la que solo se han beneficiado los directivos y casi siempre se ha perjudicado al deportista.

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