Barcelona y su nuevo rival en la Copa Sudamericana, el Cobreloa de Chile, se parecen. Ambos clubes disputaron dos finales internacionales y ahora pugnan por recuperar su protagonismo internacional.
El primer juego entre ambos rivales se disputará mañana en el desierto de Calama, desde las 17:15 (de Ecuador). La revancha está prevista para el 19 de septiembre en el estadio Monumental Banco Pichincha (el horario todavía no se establece).
El ganador de esta llave avanzará a los octavos de final del torneo de clubes de la región.
Los toreros ya se enfrentaron ante los calameños. Lo hicieron en las ediciones de 1982 y 1987. Sin embargo, en esos años, los ecuatorianos no ganaron ni en su estadio ni de visitante.
En esta ocasión, el Cobreloa apunta a mejorar su imagen a escala internacional. Para ello, intentará hacer valer su localía en Calama, ubicada en las faldas del yacimiento minero de Chuquicamata (norte de Chile).
En la primera ronda de la fase de la Sudamericana, el Cobreloa dejó en el camino al Tacuary de Paraguay. En el primer cotejo, se impuso 1-0 como visitante. En el juego de vuelta, en cambio, empató 2-2. Esto le bastó para avanzar a la siguiente ronda.
El equipo araucano es dirigido por Javier Torrente, quien ha dado igual importancia a los partidos locales como a los del certamen internacional. Por ello, el sábado ubicó a la mayoría de titulares en el cotejo ante el Colo Colo.
Torrente descartó que su elenco tenga una dependencia de Leandro Gracián, uno de los refuerzos de este semestre. “El juego del equipo en los anteriores partidos ha sido bueno. Lo que ocurre es que Gracián es un jugador importante y su presencia se nota. Pero el equipo ha demostrado que puede jugar sin él”, advirtió a los periodistas el entrenador del plantel chileno.