La mañana de este lunes 17 de febrero de 2025, desde Loja se dio una noticia que a más de uno le sacó una sonrisa y evocó el pasado, especialmente para los seguidores de la extinta Liga de Loja.
Un grupo de exjugadores lojanos presentó el proyecto para traer de regreso al fútbol profesional de Ecuador a Liga de Loja, pero ahora bajo el nombre de Club Deportivo Liga de Loja.
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¿Quién está detrás de este proyecto?
Geovanny Cumbicus, Pedro Larrea, Carlos Feraud, José Alvarado y Guillermo Palacios, exjugadores profesionales, son los que están a la cabeza de este nuevo proyecto que está dando los primeros pasos.
Ellos intentan refundar la Liga de Loja que en el 2022 agobiada por una crisis económica no pudo inscribirse en el torneo de Segunda Categoría de la sureña provincia. Ese fue el paso final para su desaparición definitiva del fútbol ecuatoriano.
Para que la ‘Garra del Oso’ tenga una segunda vida institucional entra en juego La Castellana, equipo que juega en la Segunda Categoría, mismo que dejará de existir y su nombre cambiará por el nuevo proyecto que espera tener el apoyo y el respaldo de la afición lojana.
En un comunicado publicado este lunes, se indica que la documentación para que el cambio de nombre se haga efectivo, ya está de las instituciones correspondientes en espera de su aprobación.
Pedro Larrea (i), Johnny Samaniego, Geovanny Cumbicus y José Alvarado.
¿Cómo desapareció Liga de Loja?
Liga de Loja, elenco ecuatoriano que llegó a jugar en la Copa Sudamericana en 2012, 2013 y 2015, dejó el fútbol profesional por no inscribirse en la Segunda Categoría, mencionaba EL COMERCIO el 15 de junio de 2022.
La mala economía de la ‘Garra del Oso’ firmó su sentencia. A partir del 28 de mayo de 2021 inició el calvario cuando la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) desafilió a la institución por sus deudas.
Después de la decisión del ente rector del fútbol ecuatoriano, a los lojanos se les otorgó un año para reunir la documentación requerida. Esta debía demostrar que se había logrado saldar los pendientes y tener una mayor estabilidad.
Para el 2022, el equipo no pudo demostrar que esas deudas eran parte del pasado y no pudo inscribirse para competir en la segunda, dando por cerrada su etapa en el profesionalismo ecuatoriano.
Si un equipo no cumple con dicho procedimiento, tal como le sucedió al Deportivo Quito en 2017 que por deudas bajó al amateurismo para el 2018, inmediatamente sufre un descenso administrativo hacia la división inferior.
Cortesía.
Confesionario – segunda temporada en proceso