Dirán que Chile perdió, que jugó desde los 37 minutos con 10 hombres, que su técnico gritó y se puso más loco que nunca antes, pero pocos se atreverán a decir que este Chile gusta por la forma como trabaja colectivamente.
Es cierto, ayer perdió ante España, como consecuencia de sus propios errores, pero igual se clasificó y completó un hecho singular en la historia de los mundiales: todos los equipos sudamericanos clasificados a Sudáfrica han pasado a los octavos de final.Es que este equipo ‘rojo’ no tiene una sola figura sobre la que gire el accionar que manda Marcelo Bielsa, pero sí tiene un engranaje colectivo que lo hace sólido trabajando en defensa (los dos únicos goles recibidos –ayer– fueron producto de dos fallas de su zaga).
El resultado, ese 2-1 a favor de los españoles, permitió a la ‘Furia’ meterse en octavos de final y mantener intacta la opción de seguir en competencia, aunque hay que admitir que se clasificó con lo justo. Tras la sorpresiva –pero merecida– caída en el debut ante Suiza, se esperaba mucho más de la selección ibérica que llegó con la pretensión de conseguir una corona que históricamente le ha sido esquiva.
Pero ni ante Honduras ni ayer ante los chilenos demostró con claridad que sí puede llegar a la final. Esos últimos minutos en los que paseaban el balón de un lado a otro, cuidando el resultado, era una clara demostración de que podrán tener el mejor fútbol del mundo en la liga de las estrellas, pero que aún les cuesta plasmar eso a nivel de selección.
Fue Chile el que hizo el gasto, trajinó, buscó los costados, pero un descuido le costó la derrota. Pero aún así fueron los españoles los que hicieron a través de David Villa y Andrés Iniesta. Rodrigo Millar descontó por los rojos.
No sé cuál la tiene más complicada. España, como primero de su grupo, se las verá con Portugal de Cristiano Ronaldo. Chile, que acabó segundo, se las tiene que ver con este Brasil de Kaká y Luis Fabiano.