Hace dos meses recibió una de las noticias más alentadoras de su carrera. Edgardo Bauza, el DT de Liga, lo tomó del brazo tras una práctica del equipo en Pomasqui y le compartió la decisión que acababa de tomar: “Tengo buenos reportes del rendimiento de tu hijo en la reserva y juveniles. Vamos a subirlo a Primera”.
José Francisco Cevallos, de 39 años, solo atinó a sonreír y agradecer por la decisión. Luego fue a la cancha de los juveniles, contigua a la cancha principal, para buscar a su hijo, quien también se llama José Francisco, y lo abrazó.
Felices, los dos futbolistas fueron a su casa para comunicar la alegre noticia al resto de la familia: Rosita, la esposa de Cevallos, y los otros tres hijos de la pareja: Francisco Andrés (18 años), Gabriel (11) y Matías que entonces tenía cuatro meses de vida.
Desde inicios de julio, padre e hijo cumplen la misma rutina: levantarse a las siete de la mañana para alistar sus maletas de entrenamiento y posteriormente dirigirse al complejo de Pomasqui para practicar. “Estoy disfrutando mucho este momento. Ha sido una gran alegría entrenar con él, estoy muy orgulloso”, confesaba Cevallos padre, mientras se sacaba los guantes al final de la práctica del pasado viernes.
De pronto, se acercó ‘Júnior’ y acarició el hombro de su progenitor. Las semejanzas entre ambos son notables: además del uniforme naranja y de usar los mismos nombres y el apellido Cevallos, ambos tienen la piel curtida por el sol, las cejas pobladas y la misma forma de sonreír.
¿En qué se diferencian? “Lo único distinto entre nosotros es la posición en la cancha: yo siempre quise ser delantero o volante y él siempre fue arquero”, dijo, sonriendo, el adolescente Cevallos, quien el próximo 18 de enero cumplirá apenas 16 años.
El padre encontró otra diferencia. Su hijo ya lo supera en estatura: ‘Júnior’ mide 1,85, dos centímetros más que ‘Pepe Pancho’. “Y seguirá creciendo. Espero que también lo siga haciendo como persona y como profesional en el fútbol”, dijo el orgulloso papá.
De pasabolas a compañero de su padre
José Francisco hijo se crió en un ambiente lleno de fútbol. Además de su padre, su tío Álex jugó profesionalmente en Valdez, Filanbanco y Emelec.
‘Júnior’ siempre quiso ser futbolista e inicialmente actuaba como delantero. Primero en las divisiones inferiores de Barcelona y desde el 2007 en Liga. En el cuadro albo, el DT Patricio Hurtado decidió ubicarlo como volante central o por la izquierda.
“La idea era aprovechar su buena visión del campo y su habilidad”, contó Jorge ‘Papo’ Buitrón, uno de los encargados de las divisiones formativas de la ‘U’.
A la par, ‘Cevallitos’ actuaba como pasabolas en los partidos de Liga, en la Copa Libertadores, y en los partidos de la Selección. Siempre se ubicaba detrás del arco que custodiaba su padre.
Su progenitor también sentía la necesidad de tenerlo cerca. Es muy común mirar a Cevallos en los partidos que disputa el equipo Sub 18 en la cancha del ‘Cascarón’, en Pomasqui.
Además de observar a su hijo, según relató Buitrón, el guardameta aconsejaba permanentemente a los jugadores juveniles, sobre todo a los goleros.
“Siempre me gustó apoyar a los más jóvenes. Y si estaba mi hijo ahí, pues mucho mejor”, reconoció Cevallos padre.
‘Júnior’ es titular en el equipo Sub 18 de Liga y ha actuado en seis partidos de la reserva. El domingo 22 de agosto, los dos Cevallos fueron a la banca de suplentes en el partido en el cual Liga venció a Olmedo por 1-0.
¿Qué le falta para debutar? Edgardo Bauza, el DT de los albos, cree que no mucho. Por ello, a inicios de julio, tras recibir un informe positivo de Walter Fiori, el coordinador general de las formativas, decidió incorporarlo al primer equipo.
“Tiene una velocidad mental atípica para su edad. Posee un buen remate y mucho panorama para jugar. Si sigue así puede ser un gran mediocampista”, reconoció el entrenador.
La intención del cuerpo técnico de la ‘U’ es hacerlo debutar hasta antes de fin de año. Para ello, ‘Cevallitos’ deberá mejorar su resistencia física para soportar el trajín de jugar con intensidad todos los 90 minutos.
El primer caso de un padre y un hijo en Ecuador
En el fútbol mundial se han dado varios casos de padres e hijos que han jugado en el mismo club: Johan Cruyff y Jordi en el Barcelona; Juan Ramón Verón y Juan Sebastián en Estudiantes o Pelé y Edinho en Santos, para citar tres casos. Pero que un padre y un hijo compartan la concentración del equipo es un hecho atípico.
Uno de los pocos casos se produjo en Perú, en el 2008. En el Cienciano del Cuzco, Juan Carlos Bazalar, de 40 años, pudo jugar con su hijo Carlos Alonso, que entonces tenía 18 años.
En el caso de Ecuador, según las estadísticas de Aurelio Dávila, nunca un padre y un hijo han podido jugar juntos. “Sería lindo cumplir esa marca. Pero vamos de a poco, buscando un espacio en el equipo”, contó tímidamente Cevallos hijo.
La carrera ascendente del hijo ha puesto en una encrucijada a la familia. José Cevallos padre está a punto de retirarse del fútbol. La idea inicial era que toda la familia volviera a Guayaquil, pero ahora no hay una decisión en firme.
“No queremos dejarlo solo. Siempre he creído que la familia debe estar junta. Así que aún no tengo decidido qué hacer”, dijo ‘Pepe Pancho’.
De Cevallos a Cevallitos
José Cevallos hijo se deja acompañar en los entrenamientos con Joao Plata, el otro juvenil que acaba de ser promovido en el primer equipo de Liga.
En cambio, José Cevallos padre siempre está acompañado por Patricio Urrutia, el ex capitán de la ‘U’. Los dos fueron campeones de la Copa Libertadores en la temporada 2008.
El adolescente Cevallos ingresa desde hoy a cuarto curso en el Colegio de Liga. Antes estudiaba en la Academia USA.
Gabriel Cevallos, el otro hijo de ‘Pepe Pancho’, también forma parte de las menores de Liga. Él se entrena en la Sub 12 y es arquero como su padre.
El pasado viernes, José Francisco Cevallos firmó una docena de autógrafos tras el entrenamiento. Además grabó saludos de cumpleaños para hinchas de la ‘U’.
Patricio Hurtado bromeaba siempre con José Francisco Jr. El DT constantemente le recordaba los goles que le marcó a su padre.
Jugadores como Wellington Sánchez, Luis Bolaños o Álex Perlaza fueron hijos de futbolistas en Ecuador. Pero nunca jugaron con sus progenitores.
Cuando José Francisco Cevallos debute en la Primera de Liga deberá cumplir con el ritual del bautizo: sus compañeros le raparán la cabeza como señal de iniciación.
Su padre dijo que no interferirá en el ritual. “Son códigos y prácticas muy comunes. Hay que aceptarlas”, dijo ‘Pepe Pancho’.