Adrián Bone miraba el balón fijamente durante la práctica, el pasado jueves, en Carcelén y Marcelo Elizaga le gritaba: “Párate en el centro, fíjate cómo va a patear”.
En uno de esos remates, cobrado por Juan Carlos Paredes, el balón se le fue entre las manos al ‘Gato’, como es apodado Bone, y derivó en gol. “Pura potencia, pura potencia”, decía risueño Paredes, mientras el meta se lamentaba. Luego, una palmadita en la espalda de Elizaga (39 años) y del tercer arquero, Paúl Alarcón, reanimaron al también arquero de la Selección.
Los goleros del Deportivo Quito se apoyan, motivan y arengan entre sí cuando están por colocarse debajo de los tres palos. Esta unidad fortaleció su desempeño en el arco de los azulgranas.
Eso lo confirmó Bone, de 23 años, quien vive su mejor momento futbolístico en el cuadro chulla. Con su custodia y la de Elizaga, el Quito lleva ocho partidos sin perder ni recibir goles. Y hoy visita a Emelec, a las 16:00.
“Es la primera vez que llevo tantas fechas (seis con él como titular y dos con Elizaga) sin recibir goles”, aseguró sonriente Bone, quien ese día cumplió años.
El tener el arco invicto durante estas primeras ocho fechas, también tiene feliz a la directiva del Quito, liderada por Fernando Mantilla. El titular chulla ha bajado luego de cada partido al camerino para felicitar a los jugadores y a pedirles que, en la medida de lo posible, “mantengan ese registro. Vamos a romper récords con este equipo”.
¿A qué se debe esta racha positiva de los azulgranas? Ninguno de los tres porteros quiere asumir un rol protagonista. Aseguran que es fruto del trabajo que realizan a diario con el preparador de arqueros, Carlos Enríquez, y al apoyo mutuo entre ellos.
Durante los entrenamientos, los tres goleros trabajan en reacción, salidas, elasticidad, barridas, achiques de espacio y saques largos con el pie. Suelen trabajar a un costado de la cancha, al mismo tiempo que el resto del plantel se ejercita con el DT Carlos Ischia y sus asistentes.
Pero, cuando están por saltar a la cancha, forman parte del grito de guerra en los pasillos de los estadios: “Y dale, y dale, y dale Quito dale…”.
Elizaga y Alarcón (de 33 años) son los experimentados que a menudos aconsejan a Bone. “No hay celo profesional entre nosotros porque cuando el equipo gana, el beneficio es para todos”, indicó el ‘Gato’, quien se formó en Espoli y cuyo hermano, Elvis, es zaguero en el Olmedo.
Para hoy, el técnico Ischia confirmó que en la portería estará nuevamente Elizaga, quien es hincha confeso de Emelec, pero que asegura que defenderá profesionalmente al Quito.
“Como compañero lo apoyaré. No importa si recibe o no goles, si se quiebra el invicto, lo que nos interesa es ganar. Yo estaré en la banca alentando a Marcelo”, agregó Bone, quien fue titular en los amistosos de la Selección ante Jamaica y Costa Rica.
La principal virtud de Elizaga es su carácter y temperamento. En aquella práctica, por ejemplo, desafió a sus compañeros que ensayaban remates al arco para que marcaran un gol. “Tranquilo, pará, pará”, procuro poner nervioso a Fidel Martínez con un claro acento argentino. Al final, de una docena de disparos, recibió un tanto, un remate de Jairo Campos que terminó en la esquina.
Otro aspecto que los metas destacan para mantener su arco invicto es la fortaleza de la defensa. “Incluso, presionamos al rival desde la delantera para evitar que lleguen al arco. Es un plantel sólido defensivamente, que mejoró mucho en esta etapa”, admitió Enríquez, ex golero chulla.
Jacinto Espinoza
833 minutos
Invicto con Emelec y Delfín
“El arquero nunca debe fallar, en teoría, pero puede cometer errores. En mi caso, tuve la fortuna de mantener mucho tiempo mi arco invicto porque conté con el apoyo de buenos jugadores, desde la delantera hasta la defensa. Es primordial tener futbolistas que pueden apoyar la tarea del arquero, porque mientras más llega el rival, más posibilidades hay de recibir un gol. También fue importante la visión del campo que tuve. Los reflejos son fundamentales”.
Pablo Santillo
795 minutos
Invicto con Barcelona
El ex arquero de Barcelona atajó entre el 2008 y 2009, llegó a siete encuentros en el torneo local sin recibir goles. Es argentino y, vía telefónica, recordó a este Diario que fue una de las mejores campañas que realizó con un equipo. “Tuve un buen papel porque me acompañó una defensa ordenada, que jugaba muy bien por alto. Además, siempre me caractericé por ser un arquero con buenos reflejos. Siempre puse prioridad en eso, mientras entrenaba”.