Pese a la victoria 2-0, el sábado pasado ante el Independiente del Valle en el estadio George Capwell, el técnico Juan Ramón Carrasco fue cuestionado nuevamente por la hinchada eléctrica.
Los seguidores azules pidieron ,otra vez, la salida del entrenador. Un grupo de ellos esperó que el bus que trasladó al equipo saliera del estadio para increpar al estratega por el mal funcionamiento del equipo.
En la red social Twitter, hinchas azules publicaron que supuestamente el hijo del técnico, Juan Carlos Carrasco, se bajó del vehículo para enfrentarse a los hinchas que gritaban frases ofensivas en contra de su padre.
Hace dos semanas, un grupo de hinchas millonarios protagonizó incidentes dentro y fuera del estadio después de la eliminación del equipo de la Copa Sudamericana. Por estos desmanes, el club fue sancionado por la Conmebol con una multa de USD 10 000.
Una semana después de aquello, el Directorio del club decidió respaldar al estratega.
Y es que la victoria del sábado pasado no convenció por completo a los hinchas azules. El Independiente del Valle fue un equipo inofensivo y carente de ideas en el área contraria.
El estratega Carlos Sevilla alineó, como no había ocurrido en otras ocasiones, a siete jugadores juveniles. Dos de ellos fueron los defensas centrales Fernando León y Andy Caicedo.
La defensa fue el punto más bajo del equipo que dirige Sevilla. Eso permitió a los delanteros azules generar jugadas de peligro con facilidad cerca del arco defendido por Librado Azcona.
El volante eléctrico Ángel Mena tuvo otra función en este compromiso. Jugó como conductor, detrás de la línea de tres delanteros que planteó Carrasco.
Enner Valencia comandó el ataque eléctrico y abrió el marcador a los 11 minutos. El mediocampista juvenil Fernando Gaibor marcó el segundo tanto a los 24 minutos y selló la victoria millonaria.