Campos puso a soñar a los chullas con la gran final

La superioridad del local.  Fernando Giménez (24),  de Emelec, es sometido por Luis Saritama (der.)  y  escoltado por Juan Carlos Paredes. Foto: Galo Paguay  /  EL COMERCIO

La superioridad del local. Fernando Giménez (24), de Emelec, es sometido por Luis Saritama (der.) y escoltado por Juan Carlos Paredes. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Deportivo Quito recuperó la confianza en su propósito de clasificarse a la final del Campeonato Nacional. Los dos cabezazos de Jairo Campos bastaron para que los chullas derrotaran ayer 2-0 a Emelec, en apenas 15 minutos.

Con este resultado, el equipo que dirige el argentino Carlos Ischia sumó 33 puntos y sigue como líder de la segunda etapa. Pero el triunfo también tuvo otro significado, pues se impuso al primer finalista del torneo.

La victoria fue clara, contundente y sin sobresaltos. Incluso el mismo DT Ischia aseguró haberse sorprendido “con la facilidad con la que se dio el triunfo”.

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“Emelec derrotó a Olmedo en la altitud (en Riobamba, 3-0) con la misma base de jugadores que presentó hoy (ayer). No pensé una victoria así de sencilla”, expresó el técnico al final del cotejo.

Deportivo Quito presentó desde el inicio un juego dinámico, de pases cortos y precisos. Los intérpretes de esta estrategia fueron Juan Carlos Paredes, Luis Saritama, Fidel Martínez y Nilo Carretero. Mientras que Maximiliano Bevacqua mantuvo ocupados a los zagueros eléctricos.

De esta manera, Emelec apareció como un equipo vulnerable. El DT uruguayo Juan Ramón Carrasco puso en el medio campo a David Quiroz, Pedro Quiñónez y a Fernando Gaibor para la contención. Y en labor creativa, el encargado fue Édison Méndez.

En la ofensiva, los azules procuraron llegar con Roberto Mina y Walter Iza al pórtico de Marcelo Elizaga. Pero estos arietes nunca entraron en sintonía con sus compañeros, además de que carecieron de abastecimiento.

Es decir, Carrasco, quien en los días previos al cotejo aseguró que ya sabía cómo jugar en la altitud, cambió su tradicional esquema ofensivo. Procuró tomar precauciones para adueñarse de la zona de volantes y controlar el ritmo.

Pero la estrategia visitante se derrumbó a los 9 minutos, cuando Saritama levantó un tiro libre que terminó en un cabezazo del central Jairo Campos. A partir de ese momento, el partido cambió a favor del Quito, porque los pupilos de Carrasco dejaron espacios y perdieron precisión en sus salidas al área contraria.

El segundo tanto llegó cinco minutos después (14’), con la misma fórmula: centro (esta vez en un tiro de esquina) de Saritama y un nuevo frentazo de Campos.

Carrasco, desde que asumió la dirección de Emelec, procuró imponer su estilo ofensivo con un volante de contención, tres de avanzada y tres delanteros. Sin embargo, dejó espacios en la defensa y por ello perdió partidos.

Así, ante Olmedo cambió y dispuso un planteamiento equilibrado con dos volantes de contención, uno de corte y proyección y uno netamente creativo, además de dos delanteros. Aprendió de sus errores y por ello procuró jugar igual en el Atahualpa, pero el Quito es un equipo sólido.

Ischia tiene una defensa que se entiende a la perfección y que no ha variado mayormente en esta etapa. Su medio campo sabe presionar y recuperar el balón rápidamente y es contundente a la hora de atacar. Eso lo sufrió Emelec.

En la etapa complementaria el Quito se dedicó a cuidar la ventaja. En determinados momentos, cuando se propuso, asustó al meta Wilmer Zumba con los remates de Martínez y Saritama. Uno de ellos se estrelló en el poste.

Emelec terminó el cotejo con actitud más que con argumentos futbolísticos. Su mayor premio fue el reconocimiento de sus fieles hinchas, quienes aplaudieron al plantel a pesar de la derrota y la mala presentación. Los chullas, en cambio, miran con optimismo esa posibilidad de ser finalistas.

La figura
Jairo Campos marcó los goles
El zaguero del Deportivo Quito apareció dos veces en el área de Emelec y en ambas marcó los goles del triunfo. También fue líder en la defensa, porque trabajó en conjunto con Luis Checa para controlar fácilmente a Walter Iza y Roberto Mina, quienes  apenas los inquietaron.

La contrafigura
Édison Méndez no aportó en creación
El volante de Emelec no generó opciones de gol a sus delanteros Walter Iza y Roberto Mina.
En determinados momentos pareció cansado. Por ello, el DT Juan Ramón Carrasco lo reemplazó en el segundo tiempo por Ángel Mena, quien tampoco trascendió.

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